La industria, que está pendiente de ser transferida a Lactalis, prescinde de media docena de ganaderos de elevada producción, tras proponerles bajada de precios
02 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.En un momento tan delicado para el sector lácteo no se escapa ni el más mínimo detalle de lo que está ocurriendo. El hecho de que Puleva, que aun no acabó los trámites para pasar a manos de Lactalis, prescinda de ganaderos -entre seis y ocho según fuentes consultadas- está dando lugar a todo tipo de especulaciones. Los afectados, pocos pero de grandes volúmenes -uno de ellos entrega 7.000 litros al día- de las provincias de A Coruña y de Lugo, venden desde ayer la leche a otras industrias.
La preocupación existe porque a pocos se le escapa que Pascual, meses antes de cerrar su planta de Outeiro Rei, que está a punto de volver a poner en marcha Alimentos Lácteos, empezó a desprenderse de quienes le aportaban mayores volúmenes de leche, las cooperativas. Entre ellas figuran algunas de las que forman parte de la sociedad anónima.
Futuro incierto
Fuentes consultadas aseguran que la decisión de Puleva no tiene nada que ver con el hecho de que dentro de unos meses Lactalis asuma la planta de Nadela, que, según se asegura en el sector, la multinacional francesa necesita porque las instalaciones vilalbesa, pese a la ampliación, le resultan insuficientes. Insisten en que la medida obedece a que hay exceso de leche en el mercado y las plantas aun en manos de Ebro Puleva no necesitan en estos momentos esa producción. Parece ser que los ganaderos que desde ayer entregan a otras empresas están sacando al mercado más leche de la que les corresponde por la cuota que tienen asignada, algo que en estos momentos no representa una preocupación.
Reducción de precio
La industria, según algunos informantes, comunicó a los ganaderos de los que se acaba de desprender que si querían seguir entregando leche a la misma fábrica verían reducido el precio por litro entre 10 y 12 pesetas.
De los planes de Lactalis para Nadela nada ha trascendido. El director general para España, el asturiano Aureliano Antuña, no se pronunció hasta el momento. Una de las razones alegadas al sindicato que preside el comité de empresa de la planta lucense de Puleva, UGT, es que la operación no está cerrada porque falta aún el dictamen del Tribunal de la Competencia. Mientras no se cumpla este trámite apuntó, según fuentes sindicales, no dará cuenta del plan industrial, que es lo que le reclaman.
Posiblemente en Comisiones Obreras puedan saber algo más. Pedro Redondo, trabajador de Puleva en Andalucía y responsable de organización del sindicato agroalimentario declaró, después de una reunión con responsables de Lactalis en Madrid y recogidas por los medios andaluces, que la viabilidad y continuidad de las plantas de Granada y de Sevilla estaba garantizada. De Lugo y de Mollerusa, en Lleida, nada dijo.
Si los ganaderos, y no solo los de Puleva, están preocupados ante un futuro incierto, no lo están menos los trabajadores de la planta de Nadela, que no han recibido información alguna de ninguna de las partes desde que trascendió la venta. Lactalis, en cuanto se oficialice la venta, contará en Lugo con dos plantas de producción, ambas en funcionamiento. Los trabajadores de una se rigen por el convenio de industrias lácteas, los de la otra tienen convenio propio de empresa, pero que vence en diciembre. Entre ambos existen sustanciales diferencias, que no confían en que se solucione equiparando a los de Vilalba con los de Nadela, sino que existe temor a que intenten lo contrario.
La antigua Complesa, fundada en los años 70 por un grupo de 6.000 ganaderos, pasó por varias manos en los últimos años. Según fuentes sindicales, los sucesivos dueños respetaron las condiciones laborales de las que disfrutaba la plantilla. La planta, que este año cumple 40 años es de las primeras que se montó en Galicia. Con el paso de los años fue sometida a importantes inversiones para aumentar su capacidad de producción y para poder especializarse en lácteos adaptados. Nadela es la única fábrica del grupo que cuenta con torre de fabricación de leche en polvo, producción que se utiliza en la fabricación de derivados.
Inestabilidad de precios
La inestabilidad que atraviesa el sector se aprecia en el precio de la leche en los supermercados y grandes superficies, que prácticamente cambian de día en día. Las grandes marcas, que siempre destacaron por ser las más caras, no han tenido más remedio que adaptarse al mercado y bajar precios para tratar de competir con el resto. Las leches adaptadas son las que se mantienen inalterables.