El último pleno no allanó precisamente el camino para el entendimiento del BNG con sus antiguos socios de gobierno del PSOE. La concejala del gobierno municipal María Xosé Vega y el portavoz socialista, José Tomé, protagonizaron una agria disputa dialéctica durante el debate de la ordenanza fiscal por la inscripción en el registro de construcciones fuera de ordenamiento. Tomé había ironizado sobre el hecho de que el Bloque tuviese que «enmendarse a si mesmo» al plantear la revisión del precio inicial y la concejala de Facenda hizo lo propio por la «similitud» de los coeficientes que defendían los dos grupos de la oposición para las naves industriales. A partir de ahí, la discusión fue subiendo de tono y el concejal del PSOE acabó exigiendo al alcalde medidas para que la portavoz del BNG «non volva desprezar» el trabajo de su grupo.
La disputa se produjo pasada la medianoche, cuatro horas después del comienzo del pleno, que se prolongó hasta la una y media de la madrugada. Algo más de dos horas estuvieron dedicadas al debate de las dos propuestas sobre la situación sanitaria, que estuvo salpicado de continuas referencias a los recortes del Gobierno de Rajoy, la herencia de Zapatero o la victoria de Hollande en las elecciones francesas.