La tenaz defensa de su inocencia del único acusado que no pactó la pena

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

LEMOS

CARLOS CASTRO

Javier Rodríguez, de Proitec, sostiene que él solo entiende de obras y que no podía asesorar a Nupel para lograr subvenciones

25 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El caso Campeón (investigación de fraude en subvenciones públicas), iniciado en 2010, se aproxima a su fin, aunque es más que probable que aún quede alguna etapa más que el juicio que desde ayer se celebra en la Audiencia Provincial. De los doce acusados, once llegaron a acuerdos de conformidad con la fiscalía. Solo Javier Rodríguez, uno de los socios de la firma Proitec, se mantiene firme en la defensa de su inocencia. La vista, en lo que al interrogatorio de acusados y testigos se refiere, fue ayer un pulso, con guante de seda pero intenso, entre la fiscala y el abogado de Rodríguez, José Luis Fiuza. Para hoy está prevista la declaración de una quincena de testigos, y todo indica que la tónica será la misma. El presidente de la sala, pese al intento del abogado de uno de los acusados que llegaron a acuerdo con el fiscal, no autorizó que abandonasen la sala.

Ayer, durante la vista, quedó claro que, cuando las cosas pintan mal, las sociedades de antaño pueden volverse lanzas. Así, mientras el abogado de Javier Rodríguez intenta convencer al tribunal de que su patrocinado ni entiende de asesoría ni participaba en esa tarea en Proitec, sino en la parte de ingeniería y obras (es maestro industrial), Carlos Monjero, en sus respuestas, dijo que hablaban de todo y que las decisiones en las empresas eran consensuadas. Tampoco hubo coincidencia entre Jorge Dorribo y su socio Arsenio Méndez con respecto a cómo funcionaban algunas cosas en Nupel; Dorribo dijo desconocer que hubiera doble contabilidad, porque él se dedicaba a las ventas, no a la administración. Sí coincidieron en el hecho de que la retirada de fondos de Nupel se hizo a título de préstamo. Una de las trabajadoras del área de administración de la citada empresa reconoció que sí existía doble contabilidad y que ella se limitaba a cumplir órdenes.

Experto en obras, no en asesoría

Cuando llegó el turno de la declaración de Javier Rodríguez, que fue el último de los acusados en deponer, afirmó que lo suyo son la obras y proyectos. De asesoría no entiendo nada, indicó. Igualmente afirmó que él cobraba de la división de ingeniería de Proitec, no de la asesoría. En respuesta a preguntas de su abogado, el único acusado que no llegó a acuerdo con la fiscalía explicó cómo comenzó la relación de Proitec con el empresario Jorge Dorribo. La crisis económica se acercaba y el trabajo empezaba a bajar, relató. Fueron a hablar con Dorribo, que les dijo que les daría trabajo, recordó. Y efectivamente empezaron a ejecutar trabajos para Dorribo, y durante meses todo fue bien. Ejecutaron obras en Lugo y Andorra, y se generó una deuda por importe de un millón. De esa cantidad, unos 700.000 euros correspondían a proveedores de Proitec. Del exdiputado popular Pablo Cobián aseguró que solo coincidió con él en una comida, en una ocasión. El letrado recordó una conversación de su patrocinado con su socio en la que le decía que había que quitarse del medio en los asuntos de Dorribo; Rodríguez puntualizó que en la conversación en la que dice «devolver la pasta» se refiere a que el empresario de Nupel, Jorge Dorribo, debe devolver el dinero de las ayudas. De Dorribo llegó a decir en alguna conversación que era «un suicida con las subvenciones».

Antes del inicio de la vista, a su llegada a la Audiencia, el abogado de Rodríguez manifestó que confía en una sentencia absolutoria para su patrocinado. Cree en su inocencia, dijo, y por eso se arriesgan a ir a juicio. A su vez, Javier Rodríguez se limitó a indicar que es inocente y que está tranquilo. El abogado indica que, en caso de que su cliente no sea absuelto, agotarán las vías de recurso e intentarán de nuevo anular aspectos de la instrucción de este caso, entre otras cosas, y básicamente, porque entiende que debió de tramitarse según la ley del jurado; lo intentó, sin éxito, como cuestión preliminar a la vista que comenzó ayer y está previsto que finalice mañana.

El abogado de Rodríguez recordó que su defendido quiso dejar la relación con Dorribo

Dorribo y Méndez indicaron que la retirada de fondos de la empresa fue a título de préstamo

Un testigo que se equivocó de día y poco interés por escuchar las grabaciones

Esta mañana el juicio se reanudará a las diez. Ayer, cuando ya se levantaba el tribunal, los acusados, la fiscala y los abogados, el presidente preguntó a las partes si alguna querría hoy escuchar alguna conversación telefónica o otras pruebas que requieran medios técnicos. Lo decía para contar con el técnico o no; nadie pareció tener interés.

En algunos medios se indicó ayer que para hoy están citados quince testigos. De los citados para ayer, solo no compareció uno; parece que se equivocó de día. El presidente del tribunal hizo un comentario irónico acerca del despiste.

El juicio, si se cumplen las previsiones, finalizará mañana con la lectura de las conclusiones definitivas.

Silencios a la llegada

Jorge Dorribo no quiso hacer comentario alguno a su llegada ayer a la Audiencia. Se limitó a indicar «todo bien» y a dar las gracias al numeroso grupo de periodistas que le pedían una declaración. Otros, ni eso quisieron decir. Javier Rodríguez, de Proitec, también fue parco en palabras: solo dijo que estaba tranquilo.

Hay que recordar que, en lo que se refiere a penas de prisión, Jorge Dorribo pactó un total de 5 años y 11 meses; su socio en Nupel Arsenio Méndez, 22 meses; Carlos Monjero (socio de Proitec), 10 meses; Pablo Cobián, 8 meses. El exdirector del Igape Joaquín Varela pactó seis meses de multa a 12 euros día y un año de suspensión de empleo y sueldo o cargo público.

El inicio

La investigación del caso Campeón comenzó en noviembre de 2010, a raíz de un informe de una intervención telefónica al empresario Jorge Dorribo. En mayo de 2011 fueron detenidas 15 personas por un presunto fraude en subvenciones públicas y el 25 del mismo mes, Jorge Dorribo ingresó por primera vez en prisión.

Respuestas breves y claras a las preguntas de la fiscala

El exdiputado popular Pablo Cobián, al igual que casi todos los demás acusados que llegaron a acuerdos con el ministerio público, solo respondieron a las preguntas de la fiscala. Respondió con un claro «no» a la pregunta de si conocía las irregularidades en el expediente de tramitación de las ayudas. Afirmó que nunca recibió ni un céntimo. A su vez, el exdirector general del Igape, Joaquín Varela de Limia, señaló que nunca se sintió influenciado por las llamadas de Cobián. Afirmó que no prestó asesoramiento. Varela sí respondió al abogado de Javier Rodríguez; le preguntó si nunca habló con su patrocinado sobre este tema; la respuesta fue «no». También responsable del Igape, en materia de formación especializada, era Carlos Silva, que dijo que se limitaba a informar de lo que pone la legislación. Algunas de las preguntas, indicó, eran sobre Nupel.

Riesgo innecesario

El abogado de Javier Rodríguez expuso a varios de los acusados la pregunta de si en Nupel había doble contabilidad. Uno de los asesores contables de Nupel señaló que no sabía quién indicaba qué se anotaba en cada contabilidad; en todo caso, opinó que ese procedimiento era un riesgo innecesario.

Al asesor técnico Balbino Trigo, primero de los testigos llamados a declarar ayer, la fiscala le preguntó cuántas tasaciones hizo de la maquinaria para cuya compra pedía ayudas Nupel. Respondió que hizo una y que después hizo algún cambio en el texto, sin cambiar la tasación.

Para el resto de los abogados de la defensa, la de ayer fue una mañana tranquila. La representante de la Xunta intervino en algunas ocasiones.

Descanso

La vista, que comenzó alrededor de las 10.20 horas de ayer, tuvo un receso de quince minutos, a las 12.20 horas por decisión del presidente del tribunal.