Murales con motivos vitícolas se deterioran en la iglesia de Buciños

Francisco Albo
francisco albo CHANTADA / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

Las pinturas nunca han sido objeto de un proyecto de rehabilitación

18 ene 2018 . Actualizado a las 22:05 h.

En los últimos años se han llevado a cabo intervenciones para restaurar antiguos conjuntos de pinturas murales en diversas iglesias de la Ribeira Sacra. El caso más reciente es el del templo de Nogueira do Miño, en Chantada, donde el proceso concluyó el año pasado. En Sober se está rehabilitando la iglesia de Pinol con el fin de restaurar más adelante sus pinturas. Pero por ahora no hay ningún proyecto para salvaguardar los murales de la iglesia parroquial de San Miguel de Buciños -en el municipio de Carballedo-, que sufren un deterioro cada vez más avanzado. Las pinturas incluyen algunos motivos de inspiración vitícola, como racimos y hojas de vid.

El arcipreste Pegerto Torres Hermida, que en tiempos fue párroco de Buciños, recuerda que hace años hubo alguna iniciativa para intentar rehabilitar estas pinturas. Según explica, el lugar fue visitado por el fallecido arqueólogo y sacerdote taboadés Jaime Delgado Gómez y también por algunos representantes de la Dirección Xeral de Patrimonio. «Pero ao final a cousa quedou en nada e nunca chegou a haber un proxecto de restauración», señala. Las pinturas -añade- sufren serias desconchaduras y a veces se han desprendido de ellas cascotes un tanto gruesos.

Pegerto Torres indica por otro lado que los murales no han sido objeto de ningún estudio y que no parece haber indicios claros sobre la época en la que fueron realizados. «Eu creo que serán posiblemente de finais do século XVIII, que é a época en que se construíu a igrexa», comenta. «É unha pena que ninguén se preocupe por salvar esas pinturas, como se fixo nas que se conservan noutras igrexas», agrega.

La iglesia de Buciños, de estilo neoclásico, es un edificio de planta rectangular con muros de mampostería de granito y una nave dividida en tres tramos separados por arcos de medio punto. En su interior hay varios retablos, también de tipo neoclásico.

Unas reliquias que popularizan un nombre poco común

Una singularidad que caracteriza a la iglesia de Buciños es el hecho de contener reliquias del mártir san Pegerto, que fueron descubiertas en 1823 en las catacumbas de San Calisto, en Roma. Quien las llevó a Carballedo fue al parecer José Antonio Ribadeneira, obispo de Valladolid y señor de la casa de Loureiro. Esta circunstancia dio pie a que el nombre de Pegerto se popularizase desde el siglo XIX en la comarca de Chantada y en algunos territorios vecinos, como el municipio ourensano de Cea. Según indica la historiadora chantadina Tamara González, que estudia la onomástica histórica de la diócesis lucense, este nombre de pila es desconocido o bien extremadamente raro en otras partes de Galicia y del resto de España.