Cae al río Asma de noche en plena crecida y sale vivo medio kilómetro después

Carlos Cortés
carlos cortés CHANTADA / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

La víctima es un joven de 22 años que acabó en el hospital con hipotermia y después de haber tragado agua y barro

13 mar 2018 . Actualizado a las 22:35 h.

Un joven sobrevivió este fin de semana a un peligroso accidente nocturno semana en Chantada. Mientras la localidad celebraba su Feira do Viño, el chico se caía al río Asma en un tramo de profundidad considerable que estos días lleva un caudal torrencial debido a las lluvias. No se sabe cómo, pero consiguió mantenerse más o menos a flote un buen rato, hasta que la propia corriente del río lo arrojó a un prado en un tramo en el que el Asma baja desbordado, a medio kilómetro de distancia del lugar en el que había caído.

No hay más testigos de lo sucedido que la propia víctima, de iniciales A.C.V., de 22 años y vecino de Melide. Según contó él mismo a los agentes de la Policía Local y al personal sanitario que lo ayudó, había ido a Chantada el sábado con un amigo para pasar una noche de fiesta en la Feira do Viño. Ya de madrugada, decidió marcharse y se fue andando el solo en busca de su coche. Lo había dejado aparcado en la estación de autobuses, así que debió caminar desde la avenida de Monforte, donde está el recinto de la fiesta, por el casco viejo y la Alameda hasta llegar al puente del barrio del Convento. Porque allí fue donde cayó. Ese puente tiene una barandilla de metro y medio de altura, así que se supone que se asomó, perdió el equilibrio y acabó en el agua.

Todo el tiempo «nadando»

El río Asma bajaba este fin de semana con un caudal inusitadamente alto y en este tramo en concreto alcanzaba una profundidad de aproximadamente cinco metros y la corriente era muy fuerte esa noche. En esta zona, va canalizado entre paredes de cemento, así que no hay manera de salir del agua.

Nadie sabe bien cuánto estuvo A.C.V. metido en el río, pero cuando por fin pudo salir contó que había pasado mucho tiempo «nadando». La fuerza del río lo echó a la orilla en una zona de prados medio inundados situada aguas abajo de la depuradora de Chantada, fuera ya del casco urbano. Mojado y completamente cubierto de barro, caminó como pudo a oscuras por la orilla hasta desandar los quinientos metros que había recorrido a merced de la corriente. Cuando se vio fuera del agua todavía llevaba encima su teléfono móvil, pero no pudo utilizarlo para pedir ayuda porque después de tanto tiempo en el agua había dejado de funcionar.

Cubierto de barro

Se lo encontraron de esa guisa a las cinco menos cuarto de la mañana una pareja de agentes de la Policía Local en la calle de los Pilos, donde está la estación de autobuses. Iba hacia su coche. Al ver el estado en que se encontraba, los policías lo llevaron al centro de salud de Chantada.

La médico de guardia comprobó que presentaba síntomas de hipotermia y, preocupada también por la cantidad de agua y barro que podía haber tragado, decidió pedir su traslado en ambulancia al Hospital Comarcal de Monforte. Pero antes de que fuese evacuado, el personal del centro de salud chantadino agotó una caja entera de pañales para limpiarle todo el barro que llevaba encima. Recibió el alta horas después, tras recuperarse de la hipotermia en el hospital.

Descenso brusco

Poco después de la zona en la que este joven se vio fuera del agua, el río Asma empieza un brusco descenso hasta su desembocadura en el Miño.

Se trata de una zona rocosa y con una fuerte pendiente en la que una persona arrastrada por una corriente tan fuerte como la que tiene el río estos días se vería en serias dificultades para sobrevivir.

Se fue al agua desde lo alto

de un puente tras

una noche de fiesta

en la Feira do Viño