Vilasouto se llena y olvida la sequía

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

El embalse del Mao está al 90%, un porcentaje muy superior al habitual en abril

06 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Pintaba mal el año para los agricultores que dependen del regadío Val de Lemos. El 2017 se despedía con el embalse de Vilasouto en mínimos pocas veces visto antes, pero las sucesivas borrascas del segundo tramo de este invierno han acabado por enterrar esos temores. En el embalse del río Mao la sequía ya es historia. En estos momentos está cerca del lleno total. En la Confederación Hidrográfica Miño-Sil prefieren no pasarse de optimistas, pero admiten que muy mal se tiene que dar la primavera para que la campaña de riego no sea la más tranquila de los últimos tiempos.

El estado actual del embalse contrasta vivamente con el que presentaba hace poco más de tres meses. Vilasouto empezaba el invierno con apenas cuatro hectómetros cúbicos de agua, menos del 20%. Pero en la última semana de diciembre empezó a subir y ya no ha dejado de hacerlo. En los últimos diez días el volumen de agua embalsada se ha disparado catorce puntos, y si el 26 de marzo el nivel de llenado era del 76% ayer había llegado al 92%.

Esa última es una cifra muy alta, porque la media habitual en esta época del año se parece mucho más a la de hace diez días. En concreto, el porcentaje de ocupación medio de Vilasouto en la primera semana de abril es del 71%, de acuerdo con las estadísticas de los últimos diez años.

Muy aceptable

Fuentes de la Confederación Hidrográfica, organismo desde el que se seguían con preocupación los efectos en este embalse de la larga sequía del año pasado, admiten que en estos momentos la situación es «muy aceptable». En todo caso, en este departamento dependiente del Ministerio de Medio Ambiente precisan que es pronto para anticipar cómo será realmente la campaña de riego. «Todo apunta a que este año no debería haber problemas importantes, pero para estar seguros es preciso esperar a que se acerque más el verano», apuntan.

Lo bien o mal que empiece la campaña de riego va a depender de lo que llueva de aquí en adelante, aunque el punto de partida invite al optimismo. El embalse no se puede cerrar para retener agua, porque sus gestores tienen que mantener el río con un caudal mínimo especialmente restrictivo aguas abajo de la presa, de forma que el aliviadero principal está siempre abierto.

20,26 Hm3

Capacidad máxima

Puede acumular hasta 20,26 hectómetros cúbicos y en estos momentos tiene 18,70

4 Hm3

Mínimo histórico

El embalse estuvo los últimos cuatro meses del 2017 con solo 4 hectómetros cúbicos

126 hectáreas

Superficie y uso

Construido en 1969, es el único embalse del sur de Lugo que no general energía eléctrica. Su único uso es suministrar agua al regadío Val de Lemos