Estudiarán una posible solución para conservar las grajillas de San Vicente

f. a. MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

La rehabilitación de la iglesia tendrá en cuenta la presencia de estos animales

09 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El obispado lucense y la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural estudiarán una solución para conservar la colonia de grajillas occidentales que vive en los muros exteriores de la iglesia monfortina de San Vicente do Pino, que están siendo sometidos actualmente a unas obras de restauración. La Sociedade Galega de Ornitoloxía pidió que se tomasen medidas para evitar la desaparición de esta colonia, por ser una de las doce que conservan en la comunidad.

El delegado de patrimonio histórico de la diócesis, César Carnero, señala que al trazar el proyecto de restauración no se tuvo en cuenta el valor ambiental de estas aves. «Sabíase que na igrexa aniñan córvidos desde hai moito tempo, pero non constaba que entre eles houbese exemplares dunha especie considerada como escasa», explica. «O equipo que se encarga do proxecto de rehabilitación dos muros da igrexa terá que tomar en conta esta circunstancia e buscar algunha forma de resolver o problema», añade.

Carnero indica por otra parte que la situación es complicada, ya que algunas de estas aves anidan en unos huecos -denominados mechinales- que se dejaron abiertos deliberadamente en el muro cuando se construyó la iglesia por si fuese necesario utilizarlos más adelante para levantar andamios. «Estes buratos son unha das principais vías de entrada da auga ao interior da igrexa e ademais a presenza das aves tamén deteriora as paredes -agrega-, polo que encontrar unha solución non parece fácil».

Asimismo, Carnero apunta que algunos de estos mechinales fueron tapados hace ya mucho tiempo «dunha forma bastante torpe» con piedras y ladrillos. Estos huecos se encuentran a la altura de la cabecera de la iglesia, en cuyo interior hay un conjunto de pinturas murales que se encuentra seriamente deteriorado. Otros huecos que permanecen destapados -donde anidan las aves- se hallan a la altura de la nave del templo. El proyecto de rehabilitación prevé rellenar y sellar todos estos huecos, así como las numerosas hendiduras que se abrieron en los muros a causa de la erosión.