Dejan flores y velas en el lugar de Soilán en el que el cazador disparó a la perra
07 dic 2019 . Actualizado a las 13:34 h.La aldea de Soilán está en la parroquia chantadina de Pereira, cerca ya del límite con el municipio de Carballedo, y está semana adquirió una fama que seguro que ninguno de sus vecinos quiere. Fue allí donde un hombre disparó con una escopeta y arrastró atada a una perra que unos días después murió en una clínica veterinaria de Lugo. La escena fue grabada por unos testigos, que la publicaron en Internet y encendieron así una campaña masiva de repulsa contra el maltrato animal. Desde ayer, una especie de altar con flores, velas y carteles recuerda a la perra muerta en arcén del tramo de la carretera N-540 que pasa por Soilán.
«Es un homenaje a ella», explica Noelia Rodríguez. Ella es Alma, la perra que el sábado pasado fue maltratada en Soilán. Noelia forma parte de un pequeño colectivo de Lugo denominado Asociación Ayuda Alimentaria Animalista y ha seguido muy de cerca todo este caso. Estuvo en el hospital Rof Codina en el que la perra y sus seis cachorros recibieron asistencia veterinaria y ha estado muy activa en las redes sociales denunciando el caso y reclamando castigo para el hombre que la mató y para todos los que maltraten animales.
De hecho, el altar de Alma en Soilán no es solo un homenaje, sino también un recordatorio para el cazador local que fue denunciado por lo sucedido. «Creo que Alma se merece este homenaje, pero también quiero -admite Noelia- que también tenga que verlo el que la mató cada vez que salga de casa».
En la misma cuneta
El juzgado de Chantada tendrá que determinar cómo sucedieron exactamente los hechos, pero los primeros testimonios apuntan a que la perra cruzó corriendo la carretera y el hombre la disparó desde el otro lado. Después fue a por ella, la ató y la llevó arrastrando con una cuerda de vuelta por el túnel que cruza la carretera y que permite a los vecinos cruzar de un lado al otro del pueblo por debajo de la calzada.
Justo allí, en la cuneta en la que la perra recibió el disparo, es donde Noelia y un pequeño grupo de integrantes de su asociación montaron este viernes el altar. Aprovecharon el festivo y se desplazaron desde Lugo a Chantada. Una vez allí, colocaron primer una reproducción de una fotografía de la perra pegada en una cartulina de grandes dimensiones y con las letras DEP escritas encima. Bajo esa foto depositaron varios ramos de flores y dejaron encendidas velas rojas en recipientes de plástico, como las que se ponen en los cementerios. A ambos lados de la foto de la perra, tres carteles en los que se puede leer «Pedimos justicia», «Stop a maltrato» y «Somos tu voz». Noelia sabe que se lo pueden retirar. «No me importa -dice-. si él lo quita yo volveré a ponerlo». Los integrantes de esta asociación tienen intención de volver a Soilán una vez por semana. Ayer ellos no se acercaron a las casas. Ningún vecino se acercó tampoco al lugar. Desde la parte en la que están la mayor parte de las viviendas del pueblo, esa cuneta no se ve.