Un bosque de encinas centenarias para criar porco celta en O Courel

Francisco Albo
francisco albo QUIROGA / LA VOZ

LEMOS

El encinar de la Serra das Travesas está en el entorno de la localidad de Moreda
El encinar de la Serra das Travesas está en el entorno de la localidad de Moreda CEDIDA

Un proyecto ligado al plan de las aldeas modelo recuperará un área en desuso y reducirá el riesgo de incendios

26 feb 2020 . Actualizado a las 16:13 h.

Los encinares no son un tipo de bosque muy frecuente en Galicia -donde su presencia se limita a ciertas áreas de las provincias de Lugo y Ourense-, pero en la sierra de O Courel hay algunas importantes formaciones de esta clase. Una de ellas se encuentra junto a la localidad de Moreda, que acaba de ser incluida en el plan de aldeas modelo de la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural junto con la de Parada dos Montes, en el municipio de A Pobra do Brollón. Con el apoyo de este programa de movilización de tierras improductivas, un grupo de vecinos de Moreda tiene previsto aprovechar el bosque de encinas para criar porco celta en libertad.

El terreno donde se desarrollará el proyecto ganadero tiene 38,86 hectáreas de extensión y está repartido en 37 parcelas pertenecientes a siete propietarios distintos. El encinar se encuentra en una zona de terrenos calizos conocida como Serra das Travesas, en una vertiente del monte Formigueiros opuesta al valle en el que se extiende la Devesa da Rogueira, el bosque autóctono más célebre de la sierra de O Courel. Carlos Millares, uno de los promotores de la iniciativa, señala que el bosque de encinas no tiene hoy ningún uso y está cubierto en gran parte por la maleza. «Ademais, está moi cerca das casas da parte alta de Moreda, así que manter o bosque limpo tamén é importante para prevenir incendios forestais e para mellorar a seguridade da aldea e dos seus veciños», explica.

Abundancia de bellotas

Los impulsores del proyecto no han calculado todavía cuántos cerdos se podrán críar en el bosque, pero suponen que se tratará de un número importante, ya que el terreno tiene una extensión considerable y el encinar cuenta con muchos árboles centenarios -las encinas pueden vivir hasta quinientos años- que producen grandes cantidades de bellota. En las épocas del año en que no hay fruto, los cerdos se alimentarán en comederos instalados en diversos lugares del bosque. «Para complementar a alimentación dos porcos pensamos utilizar verduras e o que aquí chamamos partido, unha mestura de trigo, cebada e millo», dice Millares.

Dado que los animales estarán sueltos en el bosque durante todo el año, el terreno deberá ser protegido no solo para que evitar que escapen sino también para para impedir la entrada de jabalíes -que competirían con los cerdos por la comida- y prevenir posibles ataques de lobos. Los responsables del proyecto piensan que estos riesgos se pueden suprimir rodeando el encinar con una valla cinegética.

Los vecinos que promueven el proyecto ganadero aún no saben con certeza cuándo se podrá poner en marcha esta iniciativa, ya que la declaración de Moreda como aldea modelo se hizo efectiva hace solo unos días.

Vacas asturianas de montaña que desbrozan el entorno de la Devesa da Rogueira

Desde hace unos seis años, Carlos Millares y otros dos socios -José Aira y José Castro- crían en Moreda un rebaño de vacas casinas, una variedad asturiana de montaña de pequeño tamaño, con el fin principal de mantener limpio de maleza el entorno de la Devesa da Rogueira. El rebaño está compuesto en la actualidad por 47 reses, de las que 34 son vacas parideras.

La experiencia, según sus responsables, está resultando muy satisfactoria y las vacas casinas -valoradas precisamente por su eficacia como desbrozadoras- eliminan la maleza en terrenos que antes estaban abandonados, ayudando a reducir el peligro de incendios en los alrededores del bosque, una de las reservas botánicas más valiosas de Galicia. Las reses, dice Millares, viven solas en el monte, se mantienen sin apenas ayuda y ni siquiera necesitan ser atendidas en los partos. «Unicamente entre decembro e xaneiro ou febreiro dámoslle de cear herba seca, porque nesta época é cando máis escasea a vexetación que consumen», agrega. Además de su interés medioambiental, las vacas proporcionan un beneficio económico a los criadores, que comercializan como ganado de carne los terneros de recría nacidos en el rebaño.

El proyecto de cría de porco celta también ha sido promovido inicialmente por Carlos Millares y sus dos socios, pero otros vecinos de Moreda ya han manifestado su interés por sumarse a la iniciativa.