«Un territorio deshumanizado non ten por que ser bon para os osos»

Francisco Albo
francisco albo QUIROGA / LA VOZ

LEMOS

Una familia de osos pardos en la parte leonesa de la sierra de Os Ancares. La especie está presente desde hace años en esta zona y en la sierra de O Courel
Una familia de osos pardos en la parte leonesa de la sierra de Os Ancares. La especie está presente desde hace años en esta zona y en la sierra de O Courel FUNDACION OSO PARDO

La alarma sanitaria obliga a suspender actuaciones previstas en el proyecto de conservación de la especie en la sierra de O Courel

07 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre las numerosas iniciativas que se han interrumpido en el sur lucense debido a la alarma sanitaria se encuentra el plan Life Oso Courel, iniciado en julio del 2017, que se encuentra actualmente en el último año de su ejecución. Los responsables del proyecto -en el que colaboran la Fundación Oso Pardo, la Asociación Galega de Custodia do Territorio y la Consellería de Medio Ambiente- han suspendido todas las actuaciones previstas sobre el terreno para esta temporada, ya que no figuran entre las actividades consideradas como esenciales. «Ademais, desde un punto de vista sanitario, non sería conveniente seguir con estas actividades nun territorio como a Serra do Courel -señala el biólogo Óscar Rivas, uno de los coordinadores del proyecto-, onde hai moita poboación envellecida e onde convén reducir ao máximo o movemento de persoas mentres dure esta situación».

El parón no supone por ahora un prejuicio irreparable para el proyecto, indica Rivas por otro lado, ya que las actuaciones que estaban pendientes se pueden llevar a cabo más adelante. En cuanto al efecto que pueda tener el estado de alarma sanitaria sobre la expansión del oso pardo, el biólogo considera que aún es muy pronto para determinar si está ejerciendo alguna influencia. «É posible que os osos anden un pouco máis tranquilos ao haber menos circulación de xente, pero non hai forma de sabelo porque aínda é moi cedo para facer unha avaliación e porque ademais agora non se está facendo un seguimento da presenza dos animais», agrega.

Por otro lado, Rivas señala que un descenso radical de la presencia humana en un espacio natural puede no ser beneficioso para la conservación de las especies protegidas. «Aínda que hai xente que pensa o contrario, un territorio totalmente abandonado e deshumanizado non ten por que ser bon para a natureza e para os osos», apunta. Según explica el biólogo, las actividades no agresivas con el medio ambiente -como un cuidado moderado de los bosques de castaños- pueden ayudar al mantenimiento de la biodiversidad vegetal y animal, y por lo tanto contribuir a la conservación de especies como el oso pardo.

El plan Life, dice por otra parte Óscar Rivas, «ten o obxectivo de favorecer a convivencia entre os osos e os humanos e axudar a que estes últimos sexan unha parte consubstancial do territorio e da conservación da biodiversidade».

Los responsables dicen que el plan sufrirá atrasos, pero no un daño irreparable

Las plantaciones de árboles que estaban previstas para la primavera se harán en otoño

Una de las actuaciones que estaban previstas para esta primavera dentro del plan Life Oso Courel consiste en la plantación de cientos de ejemplares de varias especies de árboles y arbustos -como el cerezo silvestre, el serbal de los cazadores y el arraclán o sanguiño- que sirven como fuente de alimento a estos animales. Los responsables de este proyecto consideran que estas plantaciones ya no se podrán llevar a cabo esta temporada. «Aínda non sabemos o que vai durar o período de confinamento, pero é moi díficil que haxa tempo para facer este traballo antes do verán, que non é unha época adecuada para iso», dice Óscar Rivas.

Sin embargo, según explica el biólogo, estas plantaciones también se podrán llevar a cabo en otoño si para entonces se dan las condiciones adecuadas. «A situación actual supón un aprazamento nos traballos, pero por agora non é un dano irremediable para o proxecto», añade.

Para este año también está previsto continuar distribuyendo pastores eléctricos entre los apicultores de la sierra a fin de proteger los colmenares de posibles ataques de osos. El reparto de estos aparatos también se ha tenido que interrumpir, pero actualmente -según apunta Rivas- no hay una situación de emergencia por este tipo de ataques, por lo que el atraso no se considera un problema serio.