El año pasado fueron neutralizados 379 nidos de velutina en la Ribeira Sacra lucense

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Los primeros avistamientos de velutinas en la Ribeira Sacra fueron en el 2016. En el 2019, un parque fue temporalmente cerrado en Monforte por la presencia de un nido de estos insectos
Los primeros avistamientos de velutinas en la Ribeira Sacra fueron en el 2016. En el 2019, un parque fue temporalmente cerrado en Monforte por la presencia de un nido de estos insectos CARLOS CORTÉS

Esta especie invasora ya parece haber dejado de avanzar en la Ribeira Sacra

17 ene 2022 . Actualizado a las 19:25 h.

El 2021 terminó con 379 nidos de avispón asiático retirados en el sur de la provincia de Lugo. Pueden parecer muchos, pero en realidad se trata de una cifra similar a la de los dos años anteriores. La evolución de los avistamientos de esta especie invasora, tan peligrosa para las abejas, muestran que su expansión no avanza de forma significativa. Hay municipios y comarcas que están peor que otras, pero en general su presencia en la Ribeira Sacra no supone un problema tan serio como en las áreas costeras. Eso sí, la falta de frío de las primeras semanas de este invierno ha supuesto un susto inesperado para los apicultores, que han visto diezmados algunos colmenares en una época del año en la que se supone que no hay que esperar este tipo de problemas.

El mapa de la retirada de nidos de velutina durante el 2021 confirma que esta avispa no se está retirando de ninguna de las zonas en las que se había ido asentado desde su llegada a la Ribeira Sacra. Los primeros nidos en esta zona se vieron en el año 2016 en la comarca de Chantada. En el 2017, su presencia aquí dejó de ser anecdótica, se reforzó en la comarca chantadina y se extendió a otros municipios más al este y al sur. Aquel fue el año de la colonización. Han pasado cuatro y la velutina sigue aquí y supone para los apicultores un problema a tener muy en cuenta, pero no en el grado asfixiante en el que lo es en otras áreas de Galicia.

En general, el registro de nidos neutralizados durante el 2021 indica que este insecto de origen foráneo se ha asentado con especial comodidad en torno a algunos cascos urbanos y en las zonas bajas próximas a los principales ríos. No hay ninguna sorpresa en ello, porque esos son los tipos de terreno en los este insecto se siente más cómodo, tal como han ido comprobando los que estudian su expansión desde su llegada a Europa en el año 2005.

Sobre el terreno de la Ribeira Sacra, esto quiere decir que la velutina tiene una presencia especialmente intensa en focos como el casco urbano de Monforte, el resto de este municipio y algunas zonas cercanas de O Saviñao y Pantón. También en la parte más baja y próxima al río Sil del municipio de Quiroga.

En cambio, esta especie invasora no parece estar prosperando de forma significativa en la comarca de Chantada, la zona por la que llegó. Aunque el número de nidos detectados en los últimos doce meses en Chantada (29) sigue siendo preocupante, lo cierto es que en este municipio y en el de Carballedo el año pasado fueron menos que en el 2020.

Pero en el recuento hay también datos preocupantes, como el incremento de la presencia de la velutina en municipios como O Incio o A Pobra do Brollón, donde hasta ahora su presencia era más limitada.

Que estos avispones no han conseguido entrar con comodidad en áreas de montaña lo demuestra que la cantidad de nidos localizados y destruidos es mucho menor en áreas enteras como las montañas orientales de la provincia de Lugo o el macizo central ourensano. Dentro del sur de Lugo, el municipio montañoso por excelencia, el de Folgoso do Courel, es también donde menos nidos se vieron en el 2021. Solo fueron neutralizados dos.

«Con el calor de noviembre y diciembre, hizo auténticos destrozos»

Enrique Rojo está especialmente pendiente de la evolución del avispón asiático en la Ribeira Sacra. Por su doble condición de veterinario y de apicultor, le interesa mucho comprobar si su presencia va a más y qué métodos son más apropiados para combatirla. Él tiene colmenas en Taboada y por su experiencia el año no había sido malo. Hasta que llegaron esas semanas de diciembre que tuvieron temperaturas inusualmente altas para esta época del año. «El calor que hizo en noviembre e incluso en diciembre hizo que la velutina provocase auténticos destrozos en los colmenares», asegura.

«Probablemente por la primavera lluviosa, o puede que por otras razones que a veces no están claras -explica Enrique Rojo, la presencia de velutina este verano en las zonas que yo conozco fue inferior a la de otros años». Pero las cosas empeoraron al final. Con el frío del último tramo del año, las reinas de velutina hibernan, pero el resto de los individuos siguen en los nidos. Si las temperaturas no bajan lo suficiente tardan más en morir y eso precisamente en un momento en que las colmenas de abejas están bajo mínimos de población, y por lo tanto más desprotegidas. «En muchas colmenas, las velutinas han entrado y se han apoderado de la cámara de cría».

A él no le ha pasado, porque sus colmenas tienen un dispositivo en su entrada que impide el paso de insectos de un tamaño tan grande como el del avispón asiático, pero a algunos colegas suyos les han hecho verdaderos estropicios. «Sé de un par de apicultores que han perdido en este último tramo del año pasado un 50% de sus colmenas», asegura.