Ayuntamiento y Aqualia presentan el proyecto para instalar casi 5 kilómetros de tubos de fundición
18 ago 2022 . Actualizado a las 11:23 h.Aqualia ya tiene listo el proyecto de construcción de la nueva tubería general de la red de agua de Monforte. Los cerca de cinco kilómetros que medirá esta nueva conducción irán por un trazado distinto a la actual, pensado para utilizar sobre todo vías públicas y para dejar listos los inicios de nuevos ramales. La tubería, de fundición en vez de fibrocemento, evitará el riesgo de que se produzcan averías que afecten a toda la red o a una parte importante. Puede seguir habiendo fugas, pero solo en la red secundaria y los cortes que provocarán en el servicio tendrán un alcance menor.
El alcalde de Monforte, José Tomé, presentó este martes en una rueda de prensa las características técnicas del proyecto que acometerá la empresa que gestiona desde hace más de veinte años el suministro de agua potable en Monforte. Acompañado por directivos de Aqualia, Tomé explicó que este proyecto de obra será sometido a votación en un pleno extraordinario el lunes de la semana que viene y que después de eso las obras empezarán cuanto antes. El plazo de ejecución es de seis meses, pero el proyecto necesita permisos de diferentes departamentos de la Xunta y de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. Para evitar retrasos, las obras comenzarán por los tramos que solo requieren permiso municipal, que son la mayoría.
El objetivo de este proyecto es conectar la estación de depuración de agua potable del monte Cornado, en Ribas Altas, con los depósitos del monte San Vicente, desde los que se distribuye el agua a todo el casco urbano y a las parroquias que están conectadas. En los primeros trescientos metros desde la depuradora no hará falta cambiar nada, porque esa es la única parte de la actual tubería general hecha en material de fundición. Todo lo demás es fibrocemento, un material vulnerable a reventones por cambios de presión y envejecimiento.
Las nuevas tuberías medirán 350 milímetros de diámetro y están pensadas para una demanda de agua muy superior a la actual. Los cálculos de consumo y necesidades futuras están hecho sobre la media actual de consumo, que es de 274.511 metros cúbicos de agua al mes. La capacidad de la estación de tratamiento de agua potable es muy superior a esa cantidad y la capacidad de la nueva tubería también lo será.
Para instalar la nueva conducción, Aqualia tiene que abrir zanjas en numerosas calles del casco urbano. No serán las mismas calles por las que pasa la actual tubería general del agua, porque el trazado diseñado por los técnicos de esta empresa para la nueva conducción es distinto.
Empezará donde termina el actual tramo de tubería de fundición que baja del monte Cornado y desde allí pasará por un tramo de caminos hasta que llega al inicio de la travesía de O Morín en Ribas altas. A partir de allí seguirá en línea recta por los dos kilómetros de esta travesía y por la calle Doutor Casares hasta el cruce con Curros Enríquez. En ese lugar se bifurcará de nuevo. El más corto de los dos ramales continuará hasta el cruce con la calle San Pedro, donde termina. Y el otro continúa por Curros Enríquez y Leopoldo Calvo Sotelo hacia la calle Lagares y desde allí iniciará la subida a San Vicente por la calle Real. En el entronque de las calles Real y Casares tendrá dos desvíos, además del ramal que continúa por el Campo da Virxe hasta los depósitos situados en la cima del monte. Una de esas bifurcaciones seguirá por la calle Lagares hasta Roberto Baamonde y la otra saldrá hacia el cruce de A Florida.
Las obras obligarán a abrir zanjas para instalar la nueva tubería bajo el suelo. La empresa tendrá que volver a taparlas y reconstruir el carril completo, no solo la franja abierta para colocar la conducción.
El litigio sigue vivo en los tribunales pese a la sentencia de febrero
La inversión que se dispone a hacer Aqualia en Monforte tiene su origen en los compromisos adquiridos por esa empresa filial de FCC para ganar el concurso organizado por el Ayuntamiento para privatizar en el 2001 la gestión del agua de la traída municipal. Entre aquellos compromisos destacaba la inversión entre el 2001 y el 2003 de 2,2 millones de euros en mejoras en el sistema de suministro y en servicios e instalaciones vinculados al uso del agua en esta localidad. Como ese dinero no llegó a ser invertido, ni en esos cuatro años ni después, el Ayuntamiento decidió reclamar ese dinero a Aqualia por vía administrativa en febrero del 2018.
Los responsables de Aqualia decidieron entonces presentar un recurso de casación que fue rechazado en julio del 2020. Tras eso, la empresa presentó un recurso judicial que fue resuelto en diciembre del 2021. En esta resolución, un Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Lugo desestimaba el recurso, aunque reconocía a la empresa que había gastado 734.000 euros en la red pública de suministro de aguas de Monforte y que el Ayuntamiento debía restar esa cantidad a los 2,2 millones que reclamaba. El juzgado determinaba así que lo que Aqualia está obligada a invertir en Monforte son 1,6 millones de euros.
En cualquier caso, y a pesar del acuerdo de inversión confirmado este martes en Monforte, el litigio entre el Ayuntamiento y esta empresa sigue vivo en los tribunales. Están pendientes de resolver los recursos presentados por la dos partes contra la sentencia del 22 de febrero. El Ayuntamiento no renuncia a esos 734.000 euros que el juzgado de Lugo da por invertidos y Aqualia sostiene que no debe pagar intereses de demora por su deuda, al contrario de lo que dice la sentencia.