El primer estudio cinematográfico de Bóveda, a punto de estrenarse

Francisco Albo
fRANCISCO ALBO MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

El nuevo estudio cinematográfico se instalará en un edificio subterráneo que solo se ve parcialmente desde el exterior
El nuevo estudio cinematográfico se instalará en un edificio subterráneo que solo se ve parcialmente desde el exterior CEDIDA

El centro, creado por el cineasta y productor Alberto Díaz, se instalará en un edificio semisubterráneo de nueva construcción

30 oct 2022 . Actualizado a las 13:31 h.

El próximo diciembre estará operativo el primer estudio cinematográfico del municipio de Bóveda, creado por el cineasta, productor y distribuidor Alberto Díaz López, responsable de las firmas Mordisco Films y Yaq. El centro se dedicará al tratamiento de color, formato y posproducción de películas, y se encuentra en un edificio de nueva construcción. Las obras empezaron el pasado agosto y terminarán previsiblemente la semana próxima.

El estudio, de sesenta metros cuadrados de superficie, presenta la particularidad de que ocupa un edificio semisubterráneo —por lo que solo será visible en parte desde el exterior— que funcionará exclusivamente con energía solar. Por encima de la construcción crecerá la hierba. «Hasta la primavera, una vez que haya crecido la vegetación, no se podrá ver su aspecto definitivo —explica Díaz—, pero espero que en diciembre ya esté todo listo para empezar a funcionar». El diseño del edificio corrió a cargo del estudio de arquitectura Abante y las obras son ejecutadas por una empresa de construcción de Bóveda. El proyecto cuenta con el apoyo económico del grupo de desarrollo rural Ribeira Sacra-Courel. Inicialmente se denominó Cinecolor —ya que una de sus funciones será la de retocar el color de las películas— pero Alberto Díaz puntualiza que su nombre definitivo será seguramente Triskel.

El estudio cinematográfico, explica asimismo el responsable del proyecto, creará dos puestos de trabajo y tendrá varios usos diferentes. «Por un lado lo emplearemos para tratar las películas producidas por Mordiscos Films, pero también se alquilará a otras productoras y directores que se interesen en utilizarlo», dice. Los usuarios externos podrán servirse de los técnicos del estudio o traer los suyos. Díaz también prevé llegar a acuerdos con festivales de cine para ofrecer residencias cortas a cineastas en esta instalación. El centro será empleado asimismo por la empresa Yaq, dedicada a la distribución de películas.

Entorno tranquilo

El hecho de que se haya elegido un entorno rural para construir el estudio, apunta por otra parte Alberto Díaz, se encuadra en la tendencia actual de buscar lugares tranquilos y apartados de los grandes centros urbanos para realizar este tipo de trabajos. «Hay muchos estudios de cine y de música que se instalan en sitios aislados que favorecen el sosiego y la reflexión, y creo que el nuestro puede resultar muy atractivo en ese sentido», agrega.

Mientras se dispone a poner en funcionamiento el estudio Triskel, Díaz sigue desarrollando sus proyectos cinematográfico. Terminó hace poco un cortometraje titulado A rabia y ahora está acabando otro que se llamará Nena. Como productor está impulsando el largometraje La mala madre —de la directora y guionista Alicia Albares—, un proyecto que fue presentado el pasado mayo en la última edición del festival de Cannes.