El regadío Val de Lemos supera este verano la penuria del 2022

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Un tramo del canal de la margen izquierda del Cabe en Monforte, en una imagen tomada este sábado por la mañana
Un tramo del canal de la margen izquierda del Cabe en Monforte, en una imagen tomada este sábado por la mañana FRANCISCO ALBO

El agua corre con regularidad por los canales desde finales de junio, algo que no ocurrió el año pasado a causa de la sequía

22 jul 2023 . Actualizado a las 17:42 h.

Los canales de la red de regadío Val de Lemos ofrecen este verano un aspecto muy diferente del que presentaban hace un año. La campaña anual de riego empezó a finales de junio y desde entonces el agua ha estado circulando con regularidad por las acequias. En cambio, durante casi todo el período estival del 2022, la sequía obligó a mantener cerradas las compuertas del embalse de Vilasouto —que abastece esta red— a fin de ahorrar la escasa agua disponible para salvar los cultivos profesionales de maíz. Las dos únicas tandas de regadío de la anterior temporada se limitaron al 4 y el 15 de agosto. El resto del verano, los canales estuvieron en seco.

Según explica la presidenta de la asociación de regantes, Alicia Toirán, este año la situación es totalmente diferente. «Esta campaña está transcorrendo moi ben e por agora non tivemos ningún problema», señala. El embalse de Vilasouto acumula ahora dieciséis hectómetros cúbicos de agua, lo que supone el 76,19% de su capacidad total. Hace exactamente un año —según los datos divulgados por la web embalses.net—, el volumen de agua almacenada era de diez hectómetros cúbicos, es decir, el 47,62% de la capacidad del pantano.

Desde el inicio de la actual campaña de riego, apunta por otra parte Alicia Toirán, la única dificultad se ha debido a la escasez de personal disponible para abrir las compuertas, por lo que hubo que organizar turnos para el riego. «Nun primeiro momento pechouse por un días o canal que pasa por Monforte para poder abrir os outros dous, pero agora está correndo a auga por todos eles», dice.

Situación de normalidad

A juicio de la presidenta de la comunidad de regantes, la situación actual supone una vuelta a la normalidad para la red de regadío. «O que estamos tendo agora é o que se pode considerar como normal tendo en conta o clima desta parte de Galicia», afirma. «O que non é normal é a seca tan tremenda que tivemos o ano pasado», agrega.

Una temporada de temperaturas moderadas que limitan la evaporación

Poco antes de iniciarse la nueva campaña de riego, a finales del pasado junio, el embalse de Vilasouto almacenaba diecisiete hectómetros cúbicos de agua y estaba casi al 81% de su capacidad total. Desde entonces el nivel ha descendido en un hectómetro. «É normal que o volume de auga baixe porque xa levamos varias semanas regando, pero aínda así non está diminuíndo con tanta rapidez como o fixo outras veces», precisa la presidenta de los regantes.

A juicio de Alicia Toirán, las temperaturas moderadas que se han estado registrado durante este mes en la comarca de Lemos favorecen la conservación del agua en el embalse de Vilasouto y en los canales de la red de regadío. «Esta vez non está habendo tanta calor como outros anos e por iso a auga tarda máis tempo en evaporarse», comenta. A su parecer, aunque la situación meteorológica cambie en las próximas semanas y aumenten de forma significativa las temperaturas, el agua será suficiente para mantener en funcionamiento la red de regadío durante toda la campaña, que suele acabar entre finales de agosto y principios de septiembre.

Toirán recalca por otro lado que la sequía del año pasado fue la peor que se ha registrado desde que se construyeron los canales de regadío, terminados a finales de la década de 1950. «Tivemos outros anos moi secos e cálidos, como pasou no 2017, pero como o ano pasado non houbo ningún outro desde que existe a rede de regadío», concluye.

Este año no se prevé tomar medidas especiales para asegurar la próxima cosecha de maíz

La cosecha de maíz del año pasado, recuerda Toirán, pudo salvarse gracias a las medidas extremas de restricción que se aplicaron en el uso del de la red de regadío. Por primera vez desde su creación, la campaña de riego no comenzó a finales de junio, sino que se aplazó hasta agosto, y las tandas de riego se limitaron al mínimo imprescindible. Además, hubo que dejar sin agua a lo largo de todo el verano un tramo de canal de dieciocho kilómetros de longitud en la margen derecha del Cabe. La red solo abasteció otros dos tramos de la margen izquierda en los que se concentra la actividad agraria.

Pero las perspectivas de los cultivadores en cuanto a la próxima cosecha de maíz son muy distintas de las del último verano. «Este ano temos bastante auga e por agora non está previsto tomar ningunha medida especial para protexer a colleita de millo, porque pensamos que non será necesario», dice Alicia Toirán a este respecto.