Vecinos del Camiño de Ribas Altas: «Cobran el IBI y dicen que traer el agua es ilegal»

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Viviendas unifamiliares del Camiño de Ribas Altas, en una captura de Google Maps
Viviendas unifamiliares del Camiño de Ribas Altas, en una captura de Google Maps GOOGLE MAPS

La información municipal que reciben los compradores es que pueden rehabilitar sin tirar las casas y hacerlas de nuevo

04 abr 2024 . Actualizado a las 17:35 h.

Las afirmaciones realizadas en el último pleno por los responsables municipales sobre la situación urbanística de las viviendas unifamiliares del Camiño de Ribas Altas no fueron bien recibidas por algunos de sus vecinos. «Es como si nos estuviesen perdonando la vida», dice una residente en esa zona de la periferia de Monforte. El detonante de la polémica fue el debate de una propuesta del BNG en la que se pedía la ampliación a ese vial de la traída de agua y la dotación de luminarias que completen la cobertura del alumbrado público. El saneamiento, otra de sus carencias en materia de servicios, quedaría para una fase posterior. La propuesta fue rechazada por el gobierno local, con el argumento de que incurriría en una «ilegalidad» al aceptarla por tratarse de terreno rústico.

El Camiño de Ribas Altas discurre paralelo al río Cabe entre el campo de golf de esta parroquia y la calle Ramón Cabanillas, situada en la zona de Vilanova. Se trata de una de las muchas calles de la periferia de Monforte que tienen la consideración de terreno urbano sin consolidar, equiparado al suelo rústico tras la última revisión de la Lei do Solo de Galicia. Una situación atípica que no es obstáculo para que los vecinos paguen puntualmente al Ayuntamiento la contribución urbana correspondiente a sus viviendas. «Tiene gracia que hablen de ‘ilegalidad' para justificar que sigamos sin la traída de agua, cuando nos están cobrando el IBI y pagamos puntualmente los recibos por la recogida de basura», señalan en una de las casas.

Inscritas en el registro

Las edificaciones llevan muchas décadas construidas y la mayor parte están debidamente inscritas en el registro de la propiedad. Algunas fueron levantadas por sus actuales propietarios. Otros residentes las adquirieron cuando ya estaban hechas y después de realizar las oportunas consultas en el Ayuntamiento sobre la situación urbanística en la que se encontraban. Uno de esos compradores explica que obtuvo el permiso pertinente para acondicionarla. «Me dijeron que podíamos comprar sin problema y arreglarla, lo que no podíamos hacer era tirarla y construir otra nueva, explica.

Según las datos del gobierno local, una de las edificaciones de la zona construida en el 2002 es la única que dispone de licencia de vivienda unifamiliar. Advirtió por ello al BNG de que podría acabar perjudicando a los vecinos al pedir «cosas que no se pueden cumplir». En terreno rústico la supervisión de las obras corresponde a la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (APLU), que en Monforte ha desarrollado una intensa actividad en los últimos años en diferentes zonas de la periferia.

La situación en que se encuentran los residentes en el Camiño de Ribas Altas constituye, desde la óptica del BNG, un agravio comparativo con respecto a otras zonas de la periferia de Monforte que, pese a contar también con la consideración de suelo urbano no consolidado, disponen de los servicios de agua, saneamiento y alumbrado público.