
Estudiantes de intercambio disfrutan el tiempo cambiante de estos días
11 abr 2024 . Actualizado a las 13:32 h.Los cambios de tiempo de estos días parecen programados para hacerles la estancia más entretenida a los estudiantes murcianos, canarios y cántabros que visitan la Ribeira Sacra invitados por el instituto A Pinguela, de Monforte. Llegaron el lunes, en pleno bajón de temperaturas, con algo de nieve en las montañas, viento y lluvias intermitentes. Y se despiden este viernes, con sol y temperaturas camino de los 30 grados. Tanta inestabilidad puede parecer un fastidio, pero no lo es tanto para los estudiantes que vienen de Lanzarote y Murcia, territorios en los que ven llover solo muy de vez en cuando.
«¿Puedo salir y ponerme debajo de la lluvia?». La pregunta se la hizo el lunes al director del instituto A Pinguela, Enrique Sampil, una de las estudiantes del instituto Valle del Segura, de la localidad murciana de Blanca.
El grupo se había puesto a cubierto durante uno de los chaparrones que cayeron en Monforte aquel día, pero a la chica le apetecía probar la sensación. A Sampil la pregunta le sorprendió y le hizo gracia a partes iguales, pero hay que tener en cuenta que la lluvia es un acontecimiento poco menos que excepcional en esa parte de Murcia.
«Es que allí cuando llueve, o caen cuatro gotas o llueve barro», explica Moisés Aguilar, el director del instituto Valle del Segura. El contraste de tiempo y de paisajes les resulta muy llamativo. «Lo que más resalta es la humedad que hay, la cantidad de agua», explica este profesor.
Agua en abundancia vieron también el martes, en la visita que tenían programada a la central hidroeléctrica de Belesar. El grupo de estos tres institutos, formado por unas sesenta personas entre estudiantes y profesores, entró en las instalaciones de la presa y participó en una visita guiada que les permitió conocer el funcionamiento de esas instalaciones y cómo trabaja el personal de Naturgy en una central de estas dimensiones, que es la de mayor capacidad de almacenaje de de agua de Galicia.
Por solo unos días se perdieron el espectáculo de esta central con las compuertas abiertas para deshacerse de agua sobrante. Pero vieron Belesar a más de un 80% de llenado, con 544 hectómetros cúbicos de agua sostenidos por su presa de medio kilómetro de longitud y 129 metros de alto.

«No estamos acostumbrados a ver esas cantidades de agua embalsada, nunca habíamos visto una presa así». María Teresa Montenegro es profesora en el instituto Las Salinas, de Arrecife, en la isla canaria de Lanzarote y viene en esta visita a cargo de los estudiantes de ese centro que participan en este intercambio. El paisaje y el tiempo habitual de primavera en esta parte del interior de Galicia también supone un contraste considerable para ellos, que vienen de una isla de clima templado y desértico. En los tres primeros meses del 2024, allí solo ha habido dos días con lluvia.
«Lanzarote —explica María Teresa Montenegro— es superseca y cuando llueve mucho corren barrancos de agua, pero se desperdicia mucha». La isla tiene una pequeña presa, pero los agricultores se ven obligados a cubrir sus tierras con roce, un tipo de mineral que absorbe agua y permite retener la humedad en el terreno y no perderla en el mar.
Estos estudiantes están haciendo en la Ribeira Sacra el cuarto y último viaje de un programa de intercambio que gira en torno a los usos del agua en sus respectivos territorios. Titulado «Diversidad medioambiental y uso sostenible del agua en nuestras comunidades», está financiado por el Ministerio de Educación y participan en él además del instituto monfortino A Pinguela y los de Lanzarote y Murcia el IES La Marina, de Santa Cruz de Bezana, en Cantabria. Los estudiantes que participan son todos de tercero de ESO y los tres primeros viajes los llevaron a Lanzarote, Murcia y Cantabria.