Suscriptores de La Voz descubren la viticultura heroica en Abadía da Cova

La Voz

LEMOS

Fue la primera de las Xornadas de Catas en Ribeira Sacra en las que colabora la Diputación de Lugo

07 abr 2025 . Actualizado a las 19:44 h.

La Voz de Galicia ofreció a un grupo suscriptores lucenses la posibilidad de descubrir los secretos de la viticultura heroica en la primera de las Xornadas de Catas que se van a desarrollar en la denominación de origen Ribeira Sacra en colaboración con la Diputación de Lugo. El estreno fue el pasado sábado y tuvo como escenario Abadía da Cova, bodega de O Saviñao que se levanta sobre el Miño frente al espectacular meandro de Cabo do Mundo. El autocar que llevó hasta allí a los suscriptores —elegidos por sorteo— estacionó junto a uno de los miradores próximos a la bodega desde los que se divisa ese fotografiado paraje.

Desde allí se dirigieron al escenario de la cata, donde les esperaba Paloma Rodríguez Moure, tercera generación de esta familia bodeguera. Antes de probar los vinos, ejerció de guía en un recorrido por los viñedos en bancales de Abadía da Cova situados en esa ladera del Miño. Entre ellos la famosa viña de albariño que plantó su abuelo José Moure en 1980, cuando formaba parte de un grupo de pioneros que querían una denominación con el nombre de esa variedad para toda Galicia.

El presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, ofreció un discurso antes de la degustación de los vinos en el que se refirió a Abadía da Cova como ejemplo de empresa familiar y del relevo generacional tan necesario para la continuidad de la viticultura en la Ribeira Sacra, un territorio en el que confía que pronto recaiga la declaración de patrimonio de la humanidad. Tomé, que estuvo acompañado por la delegada de La Voz en Lugo, María Guntín, saludó mesa por mesa a todos los suscriptores que participaron en la jornada de cata.

Secretos de la elaboración

Tras las explicaciones a pie de viña sobre las diferentes variedades autóctonas que cultiva Abadía da Cova, realizaron un recorrido por la bodega para sumergirse en los secretos de la elaboración de los distintos tipos de vino —jóvenes y crianzas— desde la entrada de la uva hasta el embotellado final. La jornada terminó con una cata de vinos en la terraza, con el paisaje del meandro del Miño como telón de fondo. Se degustó un blanco de godello, un mencía con barrica y un tinto de la variedad brancellao, también con crianza. Acompañados de tapas diseñadas especialmente por el cocinero monfortino Manu Rodríguez, que merecieron los elogios de los presentes.