La leche de luna descubierta en una cueva de O Courel ya se muestra al público

Francisco Albo
francisco albo QUIROGA / LA VOZ

LEMOS

Una muestra de leche de luna (en el envase de cristal) en una vitrina del museo municipal de geología de Quiroga junto con fragmentos de estalagmitas recogidos en cuevas del geoparque Montañas do Courel
Una muestra de leche de luna (en el envase de cristal) en una vitrina del museo municipal de geología de Quiroga junto con fragmentos de estalagmitas recogidos en cuevas del geoparque Montañas do Courel GEOPARQUE MONTAÑAS DO COUREL

El raro material, descubierto por primera vez en Galicia, se expone en el museo de geología de Quiroga y el centro de interpretación de las cuevas de Meiraos

18 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El centro de la interpretación de las cuevas de Meiraos —en el municipio de Folgoso do Courel— y el museo de geología y paleontología de Quiroga ya incorporaron a sus fondos unas muestras de leche de luna, una rara formación mineral que fue descubierta recientemente en la cueva de Aradelas, en el primero de estos concellos. Este el único lugar de Galicia en el que ha registrado hasta ahora la presencia de este material, que se encuadra en la categoría de los espeleotemas, a la que también pertenecen las estalactitas, las estalagmitas y otros depósitos minerales presentes en las cuevas calizas.

A diferencia de los demás espeleotemas, que son materiales sólidos, la leche de luna —más conocida por su nombre inglés de moonmilk— presenta una consistencia blanda y pastosa. Por este motivo, las muestras que se exponen en Folgoso do Courel y Quiroga están guardadas en envases de cristal. La que se exhibe en el museo quirogués puede verse en una vitrina que contiene también varias muestras de estalagmitas recogidas en cuevas del geoparque Montañas do Courel.

La leche de luna descubierta en la cueva de Aradelas, además, ofrece la particularidad de estar compuesta por dos minerales, la hidromagnesita y la huntita, que no se habían encontrado hasta ahora en el territorio gallego. El material fue hallado por los espeleólogos de varios clubes gallegos y asturianos que llevaron a cabo el año pasado una intensa exploración de la gruta, en la que se descubrió un lago subterráneo de aguas color turquesa. Otra muestra de este material fue cedida el pasado febrero al Museo de Historia Natural de la Universidade de Santiago con el fin de que también se muestre al público en este centro.