A la conquista del Huascarán

LUIS CONDE MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

LUIS CONDE

Montañeros de la Ribeira Sacra escalan la montaña tropical más alta del mundo

11 jul 2025 . Actualizado a las 17:42 h.

«Non subimos á montaña por romper récords, senón por levar a Ribeira Sacra ao máis alto». Estas palabras las pronunció este viernes en Rosende Manuel Viéitez, montañero de Sober, que con sus compañeros Tomás Porto, de Pantón; y José Manuel Prieto, de Monforte, tratarán de coronar en las próximas semanas el Huascarán, la montaña tropical más alta del mundo.

Los tres forman parte del club 3Cumios, que es un proyecto gallego, que nace en plena Ribeira Sacra con la misión de promover el alpinismo como vehículo de conexión cultural y transformación social. Lo que buscan Manuel, Tomás y José Manuel con esta expedición es visibilizar el potencial de la Ribeira Sacra, inspirar a nuevas generaciones y contribuir a causas solidarias.

De hecho, en esta expedición andina no solo buscan alcanzar la cima sino también dejar una huella positiva en las comunidades que custodian estas montañas sagradas. Tomás Porto explica que un 10% de las aportaciones que reciben de administraciones y empresa privada para acometer esta expedición lo destinarán a adquirir «material deportivo que estea relacionado con ámbito pedagóxico-escolar e que promova o acceso ao deporte coma ferramenta de crecemento e de superación».

Los montañeros comprarán el material en una de las localidades cercanas a las montañas y lo entregarán personalmente a escuelas e institutos de la zona.

Respaldo financiero

Sin duda, asaltar la cima del Huascarán es un reto sin precedentes para estos tres montañeros de la Ribeira Sacra. Esta montaña, ubicada en los Andes Peruanos, tiene 6.768 metros de altitud. Es la cuarta más alta del planeta. El ascenso representa el desafío más ambicioso emprendido por 3Cumios hasta la fecha, combinando exigencia física, trabajo en equipo y una profunda conexión con un entorno natural de incalculable valor ecológico y cultural.

El Huascarán se convierte en esta expedición en un símbolo de todo lo que representa 3Cumios: el desafío personal, el respeto por la montaña y el compromiso con las personas. «Máis alá do obxectivo deportivo, esta aventura é unha viaxe cara os propios límites, unha experiencia de esforzo colectivo e crecemento persoal nunha das paisaxes máis impresionantes do planeta: a Cordilleira Branca», afirma José Manuel Prieto.

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Los tres protagonistas de esta aventura, que se prolongará unas tres semanas, reconocen que intentar ascender el Huascarán es, por sí solo, una hazaña de coraje y determinación. «Aínda que son moitos os que soñan con coronar esta montaña, estímase que só entre o 40% e o 60% das expedicións logran alcanzar o cumio», indican. Como parte de la preparación, el equipo también ascenderá el Nevado Pisco, de 5.752 metros de altitud. Es una montaña que, por su dificultad técnica, ya constituye un reto en si mismo y servirá como prueba de aclimatación y entrenamiento —serán tres días—.

En la presentación de esta expedición estuvieron el delegado de la Xunta, Javier Arias; los alcaldes de Sober y Pantón, Luis Fernández Guitián y José Luis Álvarez, respectivamente; el vicepresidente de la Diputación, Efrén Castro; la teniente de Alcalde de Monforte, Gloria Prada; y representantes de empresas. Todos, sector público y privado, respaldan este proyecto. La expedición parte el lunes.

Una montaña desafiante y una de las más difíciles de escalar

Los 6.768 metros del Huascarán hacen de esta montaña la más alta de Perú, pero medidas al margen es uno los picos más emblemáticos de la cordillera de los Andes. Y también uno de los más difíciles de coronar de toda Sudamérica. Situado en la región de Áncash, dentro del Parque Nacional Huascarán, este gigante nevado atrae a montañistas de todo el mundo.

Su imponente presencia, con dos cumbres principales, denominadas Huascarán Norte y Huascarán Sur, proporciona a quienes se aproximan a él un espectáculo visual único, rodeado de glaciares, lagunas y una excepcional biodiversidad. Pero escalarlo no es nada fácil. La montaña presenta desafíos técnicos considerables, especialmente en su ruta habitual, que parte desde el pueblo de Musho. Los escaladores deben enfrentarse a grietas profundas, bloques de hielo peligrosos y pendientes pronunciadas, especialmente en el tramo final conocido como «La Canaleta», un corredor de hielo y nieve que exige habilidad y resistencia. Además, las condiciones climáticas pueden cambiar abruptamente, con fuertes vientos, tormentas y temperaturas extremas.