1Los mercados temáticos que se han celebrado en el Mercado de Abastos de Monforte durante los fines de semana se convirtieron en un éxito y el último no fue una excepción. El que comenzó ayer y continúa hoy se dedicó a las conservas de Galicia y los asistentes pudieron adquirir productos en conserva de todo tipo, desde los más habituales como peces, frutas o mariscos, hasta otros de producción más reciente como verduras, frutas secos o distintos tipos de setas. El próximo mes de agosto, el departamento que dirige María Xosé Vega decidió dedicarlo a los productores locales, por lo que en agosto solo se comercializarán en este espacio productos de la Ribeira Sacra.
Mercadillo en Chantada
2Seguimos de mercado en este caso en el Chantadillo, Mercadillo, Variopinta, que celebró su tercera edición en la calle peatonal Leonardo Rodríguez. Los visitantes pueden encontrar en este mercadillo al aire libre prácticamente de todo, desde artesanía y fotografías, hasta prendas de vestir y todo tipo de objetos nuevos o de segunda mano. Los organizadores lo celebran con periodicidad mensual y siempre en domingo, pero en este caso tuvieron que adelantarlo para evitar su coincidencia con la feria que se celebra hoy. Las tres ediciones del certamen han sido un éxito y la cuarta también tiene garantizada una excelente acogida, ya que su celebración coincidirá con las fiestas patronales. Al margen del apartado comercial, también tiene un aspecto lúdico. Ayer la jornada se cerró con la actuación del grupo Deniggas, lo que supuso un excelente colofón a la fiesta.
Cena taurina en Sarria
3Los sarrianos no solo pueden disfrutar durante el San Xoán de la corrida de toros, también disponen de la oportunidad de degustar la carne de los astados que se lidiaron en la plaza en algunos de los restaurantes de la localidad. Uno de los empresarios que siempre agasaja a sus clientes con una cena a base de carne de toro es José Luis García, de la Cafetería Santiago del Paseo do Malecón. La cita se ha convertido ya en una tradición y este año logró reunir a unos doscientos comensales. Hacer comida para tantos no es sencillo, pero los afortunados asistentes aseguraron que la carne estaba exquisita. la duda, que nadie desveló, es si el toro era el le tocó en suerte a Jesulín de Ubrique.