Condecoran a los policías locales de Chantada que salvaron a un hombre en un incendio

CHANTADA

Lo sacaron en volandas de un edificio en llamas porque la víctima necesita muletas y estaba medio inconsciente
29 sep 2025 . Actualizado a las 18:08 h.Dos policías locales de Chantada recibirán medallas por su intervención en un incendio que se declaró hace cerca de un año en un edificio de esta localidad. Los dos agentes salvaron del fuego a uno de los inquilinos en el último momento y evacuaron el edificio antes de que nadie resultase herido de gravedad. Los dos tuvieron que recibidor asistencia médica por inhalación de humo.
La concesión de la medalla fue aprobada por la Consellería de Presidencia y publicada este lunes en el Diario Oficial de Galicia (DOG). La resolución le concede a estos dos agentes la medalla al mérito de la Policía local a estos dos agentes, Emilio Vázquez Guerra y Jesús López López; y a otros cinco, dos de Ourense, dos de Vigo y uno de A Coruña, la medalla al mérito de la Policía Local.
En el caso de los dos policías de Chantada, el escrito de concesión de la medalla explica que si les es concedida esta distinción a estos dos agentes es porque en su intervención en aquel incendio «rescataron a unha persoa con problemas de mobilidade e desaloxaron o edificio ante o risco de propagación».
Efectivamente, la rápida llegada de esa patrulla de la Policía Local y la decisión con la actuaron sus dos integrantes probablemente fue fundamental para evitar que aquel incendio acabase con daños irreparables.
El incendio, que tuvo lugar el 3 de noviembre, afectó a una de las viviendas del segundo piso del edificio número 17 de la calle Santa Mariña.
En el piso en el que empezó el fuego vivía un hombre de 63 años con problemas de movilidad que tiene que utilizar muletas para poder caminar. Los vecinos que esperaban ayuda en la calle les explicaron a los policías locales que lo que estaba ardiendo era ese segundo piso y que probablemente el inquilino estuviese dentro. Los policías eran en esos momentos los únicos que estaban allí, así que no dudaron en subir a toda prisa por las escaleras.
Pertrechados únicamente con un extintor fueron avanzando entre el humo y se metieron en el piso a través de un boquete que un vecino había abierto a golpes en la puerta de entrada. La concentración de humo era muy alta y apenas era posible ver nada, pero consiguieron dar con el hombre porque lo oyeron lamentarse y se orientaron por el sonido.
Lo encontraron tirado en la cocina, al lado de la campana extractora, que estaba ardiendo igual que algunos muebles. Y estaba medio inconsciente, así que tuvieron que sacarlo poco a poco tirando de él. Como estaba desorientado y preso de la conmoción del momento, la víctima trataba de agarrarse a todo lo que podía, lo que hizo el rescate todavía más difícil.
Cuando por fin lograron sacarlo al descansillo del segundo ya subían los sanitarios del 112, que acababan de llegar. Ellos y un de los dos policías bajaron al herido por las escaleras y mientras ellos hacían eso el otro agente volvía a entrar en el piso e intentó apagar el fuego con el extintor, pero no lo consiguió. Todavía volvería a entrar y salir dos veces para repetir la operación con otros tantos extintores y a la tercera lo consiguió. Después sacó la bombona de butano que había en la cocina.
Y con la víctima ya en manos de los sanitarios, el otro policía local todavía pudo, ya acompañado por agentes de la Guardia Civil, subir a pie los cuatro pisos del edificio para terminar de desalojarlo.