«La mascarilla evitó hospitalizaciones este invierno en Monforte, y no solo por covid»

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

El doctor Marco Pereyra, en su consulta del Hospital Público de Monforte
El doctor Marco Pereyra, en su consulta del Hospital Público de Monforte CARLOS CORTÉS

El neumólogo del hospital explica que la calima ha obligado a ingresar a pacientes con patologías crónicas

18 mar 2022 . Actualizado a las 12:09 h.

Marco Pereyra es el especialista que atiende la consulta de neumología del Hospital Público de Monforte y estos días ha atendido a pacientes con enfermedades respiratorias agravadas por la calima. Provocado esta vez por la entrada en Galicia de aire cargado de polvo del desierto del Sáhara, este fenómeno es especialmente preocupante para quienes sufren dolencias como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o fibrosis pulmonar.

—¿Por qué puede ser peligrosa la calima?

—Antes de nada, es preciso explicar que hay dos tipos de calima, la natural y la provocada por el hombre. Lo de estos días es un ejemplo de calima natural, causada por polvo de origen sahariano. La otra calima es básicamente la que nace de las emanaciones industriales y entre ellas la más habitual en nuestros entorno es la que provocan los coches que funcionan con combustible diésel. Pero fundamentalmente el fenómeno es el mismo y consiste en la presencia en el aire de pequeñas partículas en suspensión, de las que las más pequeñas pueden llegar al sistema respiratorio profundo. Estas partículas se suelen clasificar en dos tipos en función de su tamaño, las de peso molecular de menos de 10 micras, denominadas PM10, y las de menos de 2,5 micras, las PM2,5. Estas últimas son las más peligrosas, porque son las que pueden llegar hasta los alveolos pulmonares, la parte más profunda del sistema respiratorio. Las de menos de 2,5 micras están relacionadas con muchos problemas respiratorios, cardiovasculares e incluso cerebrovasculares.

—¿Hay que tener más cuidado con la calima artificial?

—En principio sí, lo que pasa es que las calimas naturales también pueden levantar algún tipo de contaminante artificial.

—La calima de estos días provocó en el suroeste de Galicia, la zona en la que está el distrito sanitario de Monforte, concentraciones de PM10 muy superiores a las consideradas aceptables, y en algunos lugares durante alrededor de 14 horas. ¿Qué riesgo real corrimos en este caso?

—Es un problema sobre todo para las personas que sufren alguna enfermedad respiratoria, porque puede empeorar su situación.

—¿Hubo estos días algún ingreso en el hospital relacionado con la calima?

—Sí, en Monforte hemos tenido que hospitalizar a gente estos días con enfermedades respiratorias agravadas por la calima.

—¿Pero qué efectos tiene esto para la población que no tiene este tipo de enfermedades?

—Tampoco es bueno. Si las concentraciones son muy altas durante un tiempo considerable, como parece haber ocurrido en este caso, eso supone un problema.

—Las estaciones más próximas midieron concentraciones de 700 cuando el límite tolerable para las partículas de más de 10 micras es 50. Y pasaron 14 horas hasta que se recuperaron esos valores máximos considerados aceptables.

—De hecho, la Organización Mundial de la Salud bajó recientemente el umbral de lo tolerable de 50 a 45 para las PM10.

—¿Las mascarillas que se usan por la pandemia son eficaces para protegernos de fenómenos como la calima?

—Sí, pero lo recomendado en estos casos es utilizar las mascarillas del tipo FPP2. Las quirúrgicas o sanitarias no son capaces de filtrar las partículas más pequeñas, las PM2,5. Y sobre las mascarillas tengo que decir que en la zona que atiende el hospital de Monforte la población está muy concienciada con el uso de mascarilla también en exteriores. A pesar de que su uso ahora solo es obligatorio en lugares cerrados, aquí hay mucha gente que la sigue llevando también por la calle.

—Eso ayuda en estos casos.

—Eso ayuda en general. Este invierno también ha habido ingresos hospitalarios de pacientes con enfermedades respiratorias, pero menos que en los inviernos previos al covid-19. La mascarilla evitó hospitalizaciones en Monforte y no solo por covid. Los pacientes crónicos aquí están muy concienciados, saben que la mascarilla no solo les protege de contraer el covid-19, sino también de muchas otras cosas. Yo en la consulta a los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas les digo que se hagan a la idea de que ellos van a tener que seguir usando la mascarilla, les va a ayudar a evitar muchos problemas. Y en cuanto a la pandemia, en el hospital de Monforte hemos tenido muy pocos ingresos por covid de pacientes con EPOC, asma o fibrosis pulmonar, porque realmente conocían los riesgos y estaban convencidos de la necesidad de tener cuidado y utilizar mascarilla.