«¡Se nos cayó la Virgen!»: Martes de Pascua accidentado en Monforte

MONFORTE DE LEMOS





















La talla de la Virgen de Montserrat sufre daños al engancharse en un cable eléctrico y caer al suelo durante la procesión
23 abr 2025 . Actualizado a las 13:32 h.El día amaneció soleado por fin en Monforte, así que es natural que los fieles que no faltan a la misa del Martes de Pascua quisiesen aprovechar el momento. La procesión que se celebra siempre tras la misa en la iglesia de San Vicente no hacía el recorrido completo por ese barrio desde antes de la pandemia y ya tocaba recuperarla. Nadie esperaba que fuese a ser una vuelta tan accidentada. La imagen de la Virgen de Montserrat cayó al suelo tras engancharse en un cable eléctrico. «¡Se nos cayó la Virgen!», le decía a la vuelta de la procesión a la iglesia una feligresa a otra que había decidido no hacer todo el recorrido. Finalmente, la talla tiene daños pero no parecen irreparables.
El susto llegó cuando la procesión enfilaba el final de la calle Falagueira. Unos cincuenta metros antes de la puerta de la alcazaba un cable eléctrico cruza la calle a poca altura y los portadores de la imagen no se dieron cuenta. Ni ellos ni nadie. Al llegar a su altura la talla se dio contra el cable y ya no pudieron parar a tiempo. La imagen se desenganchó y se fue al suelo, aunque primero cayó encima de uno de los portadores del paso, lo que amortiguó el impacto.
Los representantes de la parroquia y de la cofradía de la Virgen de Montserrat decidieron intentar ponerla de nuevo sobre el paso. No les resultó fácil porque las piezas que la unían a la base estaban dobladas, pero al final lo consiguieron y la procesión pudo continuar.
Una vez de vuelta en la iglesia, comprobaron el alcance de los daños la máxima responsable de la cofradía, María Jesús González, y Rafael Mella, el cura titular de la parroquia de A Régoa, de la que forma parte la iglesia de San Vicente. El más grave es la rotura de uno de los dedos de una mano de la imagen. La corona de orfebrería que lleva la talla se dobló y no encaja bien en la cabeza, pero eso parece fácil de reparar.
Ese incidente marcó la parte final de la procesión, pero hasta ese momento todo había discurrido con normalidad. Fue una mañana muy exigente para los portadores del palio de la Virgen.
El paso, que pesa unos doscientos kilos, fue modificado recientemente para que pudiese ser llevado por ocho personas, en vez de las cuatro que los cargaban antes. En cualquier caso, el recorrido largo por el barrio de San Vicente está lleno de obstáculos. Los más evidente son la Porta Nova y la de la Alcazaba, en las que tienen que bajar el paso porque a la altura normal no entra por el hueco. Y a eso hay que sumarles los árboles de ramas bajas. Y el cable que no vieron. Los ocho portadores volvieron a la cima del monte realmente cansados por el esfuerzo.
El alcalde José Tomé y el resto de las autoridades subieron a pie desde el Ayuntamiento para llegar a la iglesia de San Vicente a las once de la mañana, hora a la que todos los años empieza la misa del Martes de Pascua. Además de concejales y representantes de las fuerzas de seguridad con presencia en Monforte, también acudieron los alcaldes de Sober, Luis Fernández Guitián, y Pantón, José Luis Álvarez. A esas horas, las calles del centro de Monforte estaban prácticamente desiertas a pesar del buen tiempo. La jornada es fiesta local y muchos aprovechan para pasar el día de compras en Ourense, Lugo y otras ciudades más o menos cercanas.
Unas doscientas personas presenciaron la misa, oficiada en esta ocasión por el vicario general de la diócesis de Lugo, Manuel Luis Rodríguez. Cooficiaron otros siete sacerdotes, entre ellos el titular de la parroquia. Durante el oficio religioso, Rafal Mella agradeció la colaboración de todos los que participan en la celebración, especialmente a los integrantes de la cofradía de la Virgen de Montserrat, a los que felicitó «porque cada ano aumenta o número de confrades».
Al final de la misa, la procesión hizo un breve recorrido por la explanada de San Vicente y después salió hacia el Campo da Virxe, donde está la capilla al aire libre en la que tradicionalmente se lleva a cabo la ceremonia de la renovación de los votos de la ciudad, en la que el alcalde se compromete a mantener la celebración del Martes de Pascua y la fiesta del 15 de agosto en honor a la Virgen de Montserrat. A continuación, el vicario general de la diócesis realizó la ritual bendición de los campos.