El Club Fluvial de Monforte supera ya la barrera de los 5.000 socios

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

El incremento obligó a la entidad a comprar suelo para incrementar espacio

18 oct 2025 . Actualizado a las 21:16 h.

El Club Fluvial de Monforte alcanzó este verano los 5.100 socios. Superar la barrera de los 5.000 es un paso simbólico importante en la dirección iniciada con el cambio de directiva de hace tres años. Desde entonces, el tamaño de su masa social se duplicó, lo que proporciona a la entidad más dinero procedente de las cuotas, pero también nuevos desafíos, el más evidente de ellos la necesidad de más espacio físico.

Y para ganar espacio, el club ha crecido por el único sitio que podía hacerlo, por su parte trasera. Las compras de terreno abordadas en estos últimos tiempos le permitieron ganar sitio para los socios en la zona de las piscinas y acabar con los agobios para aparcar, uno de los problemas clásicos con los que se enfrentaban los socios todos los veranos. Entrada ya la temporada alta se sumó a las propiedades del club una parcela de 3.000 metros cuadrados que fue habilitada como aparcamiento.

El presidente del Club Fluvial, Jaime Vázquez, explica que esa ampliación de terrenos todavía no ha terminado. «En estos momentos -explica-, el club ya tiene cerca de 50.000 metros cuadrados, pero le hacen falta 10.000 más». No es para más aparcamientos, aunque ese espacio siempre parezca poco, sino que la directiva tiene planes para habilitar en esa parte trasera un cámping y una área para autocaravanas. Ellos calculan que con esos 10.000 metros cuadrados más les llegaría para esos dos nuevos servicios.

En todo caso, esa compra de terreno extra no es algo que se vaya a resolver a corto plazo. «Crecemos en base económica por el incremento de socios, pero inversiones de ese calado en compras son complejas, porque también hay problemas y carencias que es preciso solucionar», explica el presidente.

Una plantilla de 45 personas en verano, y más de la mitad son jóvenes

El crecimiento en número de socios obliga a hacer espacio, pero también a reforzar la plantilla de personal del club. Este verano entraron a diario entre 2.500 y 3.200 personas y toda esa gente necesita personal que la atienda. La entidad tuvo este verano a 45 personas en plantilla, 11 de ellos como socorristas y 22 más como monitores. «Trabajar como socorristas es una opción laboral para el verano que puede resultar interesante para mucha gente joven», explica Jaime Vázquez. De hecho, entre el 60% y el 70% del personal que trabajó este verano para el Club Fluvial de Monforte son jóvenes.

Una plantilla de esas dimensiones era imprescindible para mantener a diario un programa de apertura y de actividades que incluía talleres para niños que empezaban a primera hora de la mañana y no terminaban hasta las cuatro de la tarde. «Fue una de las bazas de este verano -dice el presidente del club. dar esa cobertura de horas para facilitar la conciliación laboral y familiar de los socios».

En cualquier caso, la temporada alta de vera está ya terminada y el club se prepara ya para la siguiente. Mientras tanto, en invierno las instalaciones continuarán abiertas para los usuarios del gimnasio, otra de las novedades de los últimos años. Tiene 225 personas inscritas en diferentes actividades, como Pilates, yoga, mantenimiento, tonificación o zumba.

Por otro lado, el 2026 será año de elecciones, porque toca renovar la directiva. Jaime Vázquez adelanta que optarán a seguir: «Mi idea personal es optar a un mandato más con el equipo que formarmos para poder acabar los proyectos por los que decidimos entrar».

Una fuga de agua constante que costó más de cincuenta años y 25.000 euros solucionar

El verano del 2025 será una fecha importante para el Club Fluvial de Monforte porque fue el momento en que pasó de los 5.000 socios, pero también porque por fin se solucionó un problema que venía de muy atrás. Tan atrás como 1975. Se trata de las fugas e la piscina grande, la de dimensiones olímpicas.

Esa piscina empezó a perder agua poco después de su construcción. En los archivos del club hay una carta de la dirección de entonces a la empresa constructora en la que reclamaba por ese defecto. La reparación necesaria para acabar con esa fuga no era barata, así que la entidad llevaba más de cincuenta años aplazando la solución. Hasta este verano

Jaime Vázquez explica que la avería está resuelta y que la piscina olímpica ya no pierde agua. Arreglar el problema le costó 25.000 euros al club. El incremento del número de socios proporciona al club un colchón económico que le da margen de maniobra para actuar en casos así.