El incendio de Pantón salta el río Cabe y avanza con fuerza por Sober: cinco aldeas desalojadas por ahora
PANTÓN
El fuego se reaviva con el calor y la situación se complica en la Ribeira Sacra. La UME envía unidades desde León para ayudar en las tareas de extinción
19 sep 2025 . Actualizado a las 22:24 h.El incendio forestal que empezó el jueves en el cañón del Sil se complica y el fuego avanza ahora descontrolado por el tramo final del río Cabe. Las llamas ganaron fuerza a primera hora de la tarde, azuzadas por las altas temperaturas y el viento del sur. A última hora de este viernes, el incendio saltaba el Cabe, prendía en la margen izquierda, perteneciente al municipio de Sober, y subía con fuerza ladera arriba. A las ocho de la tarde habían sido desalojadas cinco aldeas, tres en Pantón y dos en Sober. La última actualización oficial, difundida por la Consellería de Medio Rural a las ocho y media de la tarde habla de 700 hectáreas quemadas.
Durante la tarde, el incendio avanzó con mucha rapidez aguas arriba por la margen derecha del cañón del Cabe, hasta el salto de última hora siempre por el municipio de Pantón. Se trata de una zona de acceso muy complicado porque tiene mucha inclinación y una vegetación muy densa, que intercala manchas de bosque autóctono, matorral, soutos y también extensas plantaciones de pino.
Con ese escenario, los servicios de extinción poco más podían hacer que centrarse en ir protegiendo las aldeas a las que se iba acercando el fuego.
Lo primero que hubo que atender fueron Frontón y sus barrios próximos. En O Outeiro, uno de esos barrios, vive Gerardo Moa. Pasadas las cuatro de la tarde y con la única protección extra de una sábana envuelta en su cuerpo, corría con una manguera por la finca de su casa. Trataba de apagar los fuegos que iban prendiendo aquí y allá. «Isto foi hai media hora, en canto me quixen dar conta as lapas estaban xa aí», contaba nervioso.
Un grupo de bomberos llegados de los parques contraincendios de Monforte, Sarria y Chantada se apostaron en su finca, la más alta del barrio de O Outeiro, para tratar de parar el fuego allí. Y finalmente lo lograron. Allí no ardió ninguna casa.
Unos cientos de metros más abajo y al otro lado de la carretera de Ferreira de Pantón a Nogueira de Ramuín, en el pueblo de Frontón, el fuego sobrepasó este lugar por encima de la carretera y se acercó por abajo, alcanzando por la ladera que acaba en el cañón del Cabe. La Guardia Civil desalojó el pueblo a eso de las seis. Fue el primero de la tarde.
En Frontón, Manuel Mendes se empeñaba en remojarlo todo alrededor de su bodega con una manguera. Esa bodega es la primera construcción de la parte baja del pueblo, la más expuesta. «Onde están os avións?», preguntaba enfadado. La humareda era enorme. Es posible que en esas condiciones no puedan volar por aquí.
Por debajo de su bodega trabaja un equipo de doce bomberos con un buldócer y dos camiones cisternas, una brigada especial, el equipo Batracio, que tiene su base en Becerreá. El buldócer abría un cortafuegos de emergencia ladera abajo.
El incendio acabó superando Frontón tanto por arriba como por debajo. Las llamas llegaron a las paredes de las casas más expuestas, pero los bomberos y los vecinos que decidieron quedarse impidieron que ardiese ninguna.
Con el paso del frente del incendio no desapareció del todo el peligro en Frontón, porque quedaban focos activos aquí y allí y todavía había junto al pueblo muchos árboles que podían arder. Pero el mayor riesgo se trasladaba a las poblaciones situadas aguas arriba del Cabe, hacia donde avanzaba el fuego.
Pueblos desalojados en las dos orillas del Cabe
A última hora de la tarde eran desalojados también los pueblos de Cibrisqueiros y Budián, en Pantón. Y en la orilla de Sober también los de A Barca y Nogueira. Según la información hecha pública por el servicio de emergencias 112, en Pantón son 47 los vecinos evacuados, 21 de ellos en Budián, 20 en Frontón y 6 en Cibrisqueiros. No hay que descartar nuevas evacuaciones, porque el fuego está avanzando con mucha fuerza.
Los servicios de extinción confían en que la bajada de temperaturas de la noche ayude a relajar la situación.
A última hora de la tarde, la UME envío unidades desde su base de León para colaborar en las labores de extinción.