Quiroga acoge a otras dos familias ucranianas que escapan de la guerra

Carlos Cortés
CArlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

QUIROGA

La concejala de Servizos Sociais, los refugiados, el alcalde y (a la derecha) Irina Fesyk, la vecina de Quiroga de origen ucraniano que les está haciendo de intérprete
La concejala de Servizos Sociais, los refugiados, el alcalde y (a la derecha) Irina Fesyk, la vecina de Quiroga de origen ucraniano que les está haciendo de intérprete CARLOS CORTÉS

El Ayuntamiento correrá con sus gastos de estancia y manutención, aunque lo que está acordado es que lo haga el Ministerio de Migraciones

01 abr 2022 . Actualizado a las 12:39 h.

Cinco refugiados procedentes de Ucrania acaban de llegar a Quiroga. Salieron hace unos días de aquel país por la frontera de Polonia y desde allí fueron trasladados por carretera a Quiroga, por mediación de voluntarios de una oenegé que trabaja sobre el terreno y que habían contactado previamente con el Ayuntamiento para conseguir ayuda y acogerlos aquí. El alcalde de Quiroga, Julio Álvarez, los recibió este jueves por la mañana en la casa consistorial y les garantizó el respaldo municipal durante todo el tiempo que tengan que permanecer aquí. Este es el segundo grupo de ucranianos huidos de la guerra que llega a la comarca de Quiroga desde que empezó el conflicto.

Los cinco recién llegados son dos mujeres y tres hijos suyos menores de edad que viven en Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania tras Kiev y una de las que está sufriendo la guerra de una forma más directa, con duros bombardeos y combates en sus afueras. En Quiroga, han sido alojadas en una vivienda propiedad de un particular y cuyo alquiler se ha comprometido a pagar el Ayuntamiento. Los servicios sociales municipales se están encargando también de proporcionarles alimento, les van a facilitar ropa y los ayudarán a tramitar la matriculación de los dos niños mayores, que tienen 10 y 5 años, en el colegio de la localidad. El pequeño tiene 2 años, todavía no está en edad escolar.

«La casa de todos»

Las dos mujeres y sus hijos llegaron a Quiroga el jueves y el alcalde quiso hacerles un recibimiento oficial este jueves. A las diez y media de la mañana los saludó en el salón de pleno del edificio del Ayuntamiento y les entregó unos regalos, productos típicos de la zona a las dos adultas y juguetes para los pequeños. «El Ayuntamiento en el que estáis ahora —les dijo—, es la casa de todos los quirogueses, así que consideradla también como vuestra casa a partir de ahora». En esta recepción oficial participaron también la concejala de Servizos Sociais, María Dolores Sánchez y trabajadoras de este servicio. A los refugiados los acompañó Irina Fesyk, una ucraniana que lleva años asentada en Quiroga y que los está ayudando a integrarse, por ejemplo, haciéndoles de intérprete. Ya había hecho lo mismo con el primer grupo, en el que venía una joven menor de edad que es pariente suya y que ahora vive con ella.

Tras esta recepción oficial, el alcalde de Quiroga explicó que este Ayuntamiento se inscribió en su momento en el listado abierto por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en colaboración con la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) para que los municipios que quisiesen acoger refugiados ucranianos pudiesen hacerlo de una forma ordenada. «El caso es que el Ayuntamiento de Quiroga figura apuntado en esa lista oficial —indica Julio Álvarez—, pero todavía no hemos recibido ningún tipo de respuesta». Los acuerdos alcanzados por el ministerio y las federaciones de ayuntamientos contemplan que sea el Gobierno central el que se ocupe de los gastos de estancia y manutención de los refugiados. En el caso de Quiroga, el Ayuntamiento correrá con estos gastos mientras el ministerio no lo haga.

Diferentes ayuntamientos del sur de la provincia de Lugo han mostrado su disposición a acoger familias que huyan de la guerra provocada por la invasión rusa en Ucrania. Hasta ahora, sin embargo, solo hay constancia de la llegada de refugiados a Quiroga, Ribas de Sil y Monforte. En todos estos casos, se trata de personas trasladadas por carretera hasta Galicia por grupos de voluntarios, en algunos casos coordinados con oenegés que trabajan con refugiados.