?a publicación contiene un buen número de errores sin corregir, que abarcan desde direcciones de establecimientos a datos históricos y geográficos. De cinco hoteles situados en el área urbana de Monforte se dice que están ubicados en la parroquia rural de Marcelle. De la iglesia románica de San Vicente de Pombeiro, en Pantón, se afirma que «se yergue sobre un espeso bosque a orillas del Sil», cuando en realidad se encuentra en medio de un núcleo de población, capital de la parroquia homónima. Otro párrafo de la guía dice que cerca de la localidad de Belesar, se halla «un meandro muy pronunciado que describe el río Miño (...) y que se se conoce como Cabo do Mundo o Codos do Belesar». Pero estos dos topónimos corresponden en realidad a dos lugares bien diferenciados: el Cabo do Mundo es un promontorio de la ribera chantadina del Miño y los Codos de Belesar son una calzada romana que baja hacia el río en la orilla opuesta, en el municipio de O Saviñao, a bastante distancia del anterior accidente geográfico. Por otro lado, el cardenal Rodrigo de Castro, fundador del Colegio de la Compañía de Monforte, es rebautizado en la guía como Domingo de Castro. La publicación también dice que la reina Urraca construyó el antiguo puente de Portomarín en el año 1112. Lo que hizo en esa fecha fue ordenar que se demoliese, como se dice con más propiedad en otro párrafo. Tampoco es exacta la información que da la guía sobre la pinacoteca del Colegio de la Compañía de Monforte. Sigue atribuyendo al pintor manierista italiano Andrea del Sarto cinco de las obras que allí se guardan, cuando ya hace años que los expertos determinaron que esas pinturas no son en realidad de este artista. Tampoco está actualizada la fotografía que ofrece la guía del conjunto monumental de San Vicente do Pino, tomada antes de que el monasterio y el palacio condal fuesen transformados en parador. La guía, por otra parte, alaba el paisaje que se divisa desde la torre del santuario de Cadeiras, en Sober, olvidando mencionar que el santuario está cerrado prácticamente todo el año. Sin embargo, no menciona el hecho de que a pocos pasos del santuario hay un mirador sobre el Sil.