Veinticuatro cosecheros inscritos para la Feira do Viño de Amandi de 1991

La Voz

SOBER

BENIGNO

Hace un cuarto de siglo se preparaba la undécima edición del certamen 

31 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace ahora veinticinco años se celebraba una reunión preparatoria de la Feira do Viño  de Amandi, que llegaría al año siguiente ?en esa ocasión coincidiría con los días 23 y 24 de marzo? a su edición número once. Por entonces eran veinticuatro los bodegueros que se habían inscrito para tomar parte en la feria. Un cambio que se introdujo aquel año en la organización consistió en incluir a tres representantes de las bodegas en la comisión encargada de realizar los controles de los vinos. Con anterioridad, el seguimiento era realizado exclusivamente por los miembros de una comisión creada a tal fin por el Ayuntamiento de Sober.

En la mencionada reunión se acordó además que cada uno de los concursantes debía presentar un mínimo de quinientas botellas para garantizar a los asistentes un cupo mínimo de vinos. Esta medida se tomó para evitar que los puestos de la feria se quedasen sin existencias, ya que en los días previos muchos bodegueros recibían numerosas visitas de clientes.

Precios sin cambios

Los participantes en la reunión preparatoria decidieron además que el precio de la venta de los vinos en la feria de 1991 sería casi con toda seguridad el mismo que el del año anterior, es decir, de cuatrocientas pesetas para cada botella de tres cuartos, tanto para los tintos como para los blancos. Para principios de enero estaba previsto realizar un primer control de los vinos inscritos y el análisis definitivo de las muestras sería al mes siguiente. Lo que no estaba decidido por entonces era quién pregonaría el certamen.

La Feira de Amandi ha seguido celebrándose desde entonces de forma ininterrumpida y destaca como la más antigua de la Ribeira Sacra. Este año llegó a su 35 edición con veintidós bodegas, dos menos que las que se apuntaron para 1991.