El ganador de todos los carnavales va ahora a por lo de su pueblo

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

SOBER

Iván Armesto participa en este 2025 por primera vez en el desfile de Sober. Lo que gane lo donará a la Asociación Española contra el Cáncer

28 feb 2025 . Actualizado a las 05:05 h.

Iván Armesto tenía poco más de veinte años cuando decidió dar un paso más en su afición por los carnavales. A este joven de Sober siempre le había gustado aprovechar estas fiestas para disfrazarse, pero en ese punto empezó a trabajárselo de verdad. Con imaginación y horas de faena fue preparándose montajes cada vez más elaborados y espectaculares para pasearse con ellos por los desfiles callejeros con mejores premios de Galicia. Y solía ganar. Ya tiene 31 años, pero su afición sigue intacta. Estos carnavales volverá a salir y lo hará con novedades. Por primera vez desfilará también Sober y si gana algún premio lo donará a la Asociación Española contra el Cáncer (AECC).

«Desfilei en moitos sitios -explica Iván Armesto-, pero en Sober aínda non o fixera». En realidad, tampoco había participado en ninguno de los desfiles de comparsas que se celebran en la Ribeira Sacra. Este año sí lo hará. Además de Sober, municipio en el que es concejal en el Ayuntamiento desde el 2023, va a probar también en el desfile de Monforte y en el de Pantón. Le da tiempo porque el de Sober es este sábado, el de Monforte el martes y el de Pantón el sábado de la semana que viene. Este fin de semana todavía le queda el domingo libre, y lo aprovechará para concursar en Sarria, que allí tampoco había estado antes.

Como en esta cuatro localidades no había desfilado nunca, va a reutilizar el montaje del dragón, que es uno de los que más éxito le proporcionó en los últimos años. Es del 2017, está fabricado con 2.300 latas de cocacola y echa humo por la boca. Ganó el primer premio de su categoría en todos los desfiles en los que participó. El dragón desfilará junto con otro cuyo contenido todavía no quiere desvelar.

Iván Armesto se recuerda de niño disfrutando en lasfiestas de disfraces a las que lo llevaban sus padres en Sober y de Monforte. Empezó a fijarse en los disfraces realmente buenos con los que se encontraba en aquellas fiestas y así fue naciendo su afición.

En el 2026, cuando tenía 25 años, se estrenó en desfiles con un disfraz de hombre invisible. Con su segundo montaje dio un salto de originalidad y complicación técnica, porque era un transformer que se plegaba sobre sí mismo para transformarse de robot en coche. Después vino el dragón y a continuación un león articulado hecho con maíz.

Cada disfraz puede llevarle hasta dos años de preparación y y le suele durar también otros dos años. Siempre los hace con material reciclado, sobre todo latas de bebidas. La suya por el entroido es una pasión, pero una pasión exigente. «Cansa porque é moito traballo», admite. En todo caso, los años pasan pero él no pierde las ganas. «A min ségueme apetecendo -asegura-, así de momento aí seguiremos estando».