Taboada despide a Daniel Rigueira, el abogado que repartía bondad

Bea Abelairas
Bea abelairas REDACCIÓN

TABOADA

Daniel Rigueira, en el mitin de la presentación de su candidatura a la alcaldía de Taboada en marzo del 2011
Daniel Rigueira, en el mitin de la presentación de su candidatura a la alcaldía de Taboada en marzo del 2011 ROI FERNÁNDEZ

Este jueves se celebra un funeral en su Vilameñe natal a las cinco de la tarde

17 dic 2025 . Actualizado a las 17:27 h.

Cuenta una buena enfermera que todas las personas que mueren en paz tienen algo en común: no se ahorraron abrazos y ni tampoco se han dejado «te quieros» en los bolsillos. Y José Daniel Rigueira Ferreiro era una de ellas. Lo hizo desde siempre, repartía bondad, sonrisas y tenía una carcajada sonora, muy contagiosa. Sale en las imágenes de los buenos recuerdos, de las alegrías de casi todos los que tuvimos el privilegio de conocerle. Hubiese o no lazos de sangre, porque para Daniel la lealtad era una cuestión inquebrantable. Por eso unía a sus amigos, al menos una vez al mes, para una tertulia tras un pulpo y cimentó los encuentros en la casa familiar, con su mujer Carlota, su hermana Berta y sus adorados sobrinos. 

«La familia y los amigos es lo que realmente importa en la vida, eso sí es triunfar», me dijo una de las últimas veces que hablamos. Y Daniel se convirtió en un magnate riquísimo en esa escala de valores, en la que solo fue añadiendo beneficiarios, porque hasta sus compañeros de una profesión tan individualista como la abogacía sienten en el alma que se tengan que despedir de un letrado que solo tenía 63 años. Todos lo apreciaban con un cariño especial y sienten conmoción solo de pensar que ya no lo tendrán cerca, solícito como el buen colega que era.

Daniel contribuía a que los buenos momentos fuesen aún más divertidos con sus bromas, con su fina ironía, pero nunca faltaba cuando había que pasar un mal trago y siempre se rebeló contra las injusticias. Lo saben muchas personas a las que ayudó en silencio y de forma desinteresada. Hubiese sido un juez ejemplar, pero fue mejor: nuestro Dani. Precisamente por eso, en el 2011 dio un paso al encabezar una lista electoral en Taboada para cambiar un poco las cosas tras décadas con el mismo paisaje político. Lo hizo, como no podía ser de otra manera, con sus amigos y aliados de siempre: Rosa, Roi... No cabía ni un alfiler en el auditorio el día que se presentó su candidatura. Otra vez, todo sonrisas. Y gracias a Daniel algo se movió en Taboada, porque Roi, su número tres, es hoy el alcalde. Por eso y por cientos de razones más los vecinos lo despedirán en el funeral que se celebrará este jueves, día 18, a las cinco de la tarde, en la iglesia parroquial de su Vilameñe natal. Hasta ese momento se puede acompañar a su familia en la funeraria Leandro de Taboada.

Daniel, somos muchísimos los que te vamos a añorar y a los que nos duele infinito que el destino no estuviese a la altura de la dulzura que merecías. Hasta siempre, siempre, siempre.