El exponente de la interacción con el usuario es introducirse en su mundo, y hay juegos que han conseguido romper esa cuarta pared y entrar en nuestra realidad
03 abr 2018 . Actualizado a las 14:48 h.Con los avances gráficos, los juegos contemporáneos brindan una experiencia mucho más inmersiva en mundos que cada vez parecen más reales. Sin embargo, a pesar de ofrecer amplios mundos de fantasía y toneladas de acción, muchos títulos siguen intentando penetrar en nuestra realidad, no contentos con su propio universo. Esta práctica lleva siendo popular desde hace casi veinte años, cuando algunos juegos apostaron por no sólo dirigirse al jugador directamente (bastante habitual por entonces) si no introducirse de lleno en la experiencia de juego.
Uno de los casos más célebres es la pelea final contra Psycho Mantis, en el «Metal Gear Solid». Este enemigo se daba a conocer en el juego como una especie de telépata, con grandes habilidades en lo que se refiere al control mental. En aquella época, los desarrolladores decidieron extender esos poderes de telepatía hacia el propio jugador. Psycho Mantis era capaz de leer los archivos de la consola y nombrar los juegos a los que más jugaba el usuario, incluso se mofaba de él si guardaba muy a menudo la partida, llamándole cobarde. Este enemigo también alteraba los controles del mando de la consola, confundiendo al jugador y haciendo imposible acabar con él. La manera de derrotarle era cambiar el propio mando de la ranura 1 a la 2, o viceversa, un claro ejemplo de un juego que irrumpe de lleno en nuestra realidad.
Otro clásico que consigue romper la cuarta pared es «Eternal Darkness», un videojuego de terror psicológico que obligaba a mantener estable un nivel de cordura dentro del juego. No contento con sus escenarios y enemigos «Eternal Darkness» se introducía en nuestros hogares, siendo capaz de subir y bajar el volumen de la televisión dependiendo del tipo de situación. Además de todo esto, el juego sabe cual es nuestro mayor miedo, cerrar el juego sin guardar la partida. Por eso hay ocasiones en las que el propio título simula dejar de funcionar, revelando una pantalla en blanco, dando entender que algo no va bien con el juego, y que el archivo de guardado está corrupto.
Un ejemplo más actual es el de Fallout 4, que conserva el conocido «easter egg» del número de teléfono. Fallout nos traslada a un mundo postapocalíptico, donde la gente ha formado sus propias civilizaciones y lucha por la supervivencia. Antes de que todo se echase a perder, una de las grandes empresas era Vault-tec, la compañía encargada que crear las cápsulas de conservación donde se criogenizaban seres humanos. El universo de Fallout está plagado de carteles publicitarios de esta empresa, y en muchos de ellos aparece un número de teléfono de atención al cliente. Lo curioso es que este número es real, y si llamamos, saltará un contestador donde dice que nuestra llamada está en espera, por detrás de toda aquella gente que ha llamado antes que nosotros.