Endesa acaba la transformación de la central de As Pontes para reducir sus emisiones

LUGO

21 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Endesa acaba de culminar la transformación de su central térmica de As Pontes para quemar únicamente carbón de importación, cumplir con el protocolo de Kioto y reducir sus emisiones a la atmósfera. A partir de ahora, la planta deja de soltar a la atmósfera más de un millón de toneladas de dióxido de carbono CO2 y reduce en un 95,5% las emisiones de dióxido de azufre, y en un 92,8% la producción de cenizas.

El proceso de adaptación se inició hace cuatro años, y se ha llevado a cabo de forma que en cada ejercicio se procedía a la renovación de un grupo, el último de los cuales ya funciona acoplado a la red. Ahora, la terminal únicamente quema hulla subituminosa importada, y no una mezcla de este mineral y del lignito pardo que extraía de su mina a cielo abierto, que clausuró a finales del pasado año. El yacimiento será convertido en los próximos cuatro años en un gran lago de 800 hectáreas, y otras 1.200, de superficie vegetal.

Los trabajos de adaptación de la central, que con 1.400 megavatios es la de mayor potencia del país, generaron ocupación para 500 empleos directos y para otros mil inducido.

Endesa ha invertido en la transformación 275 millones de euros, 30 de los cuales se han dedicado a la instalación de equipos directamente relacionados con la protección del medio ambiente. La reforma también incluyó una nueva sala de control, en la que se invirtió nueve millones.

Proyecto asociado

Además de los trabajos de adaptación en la térmica, el proyecto lleva aparejada otra inversión industrial: la construcción de una nueva descargadora de mineral en el puerto exterior de Ferrol, con capacidad para desestibar 60.000 toneladas de carbón al día. Es una pieza clave para la nueva etapa que abre la térmica pontesa, ya que solo quemará carbón que le llegue a través de barcos a la dársena de Caneliñas.

Además de las mejoras medioambientales y de eficiencia la transformación de la central ha servido para alargar la vida de la planta 25 años.