La mala racha se ha cebado con el Azkar este noviembre. El mes de parón por el Mundial de fútbol sala no le ha sentado bien al equipo de Bruno García, que ha contado con un serio contratiempo: no poder tener a su disposición a la plantilla al completo desde que comenzó la Liga, y las lesiones han sido moneda común. Todo se ha sumado hasta propiciar una crisis de resultados -un punto en cinco partidos- sin precedentes en las tres últimas temporadas.
Hay que remontarse al curso 2005-2006 para encontrar algo similar: que los lucenses estuvieran cinco partidos sin ganar, desde el 7 de enero (7-4 ante Caja Segovia) hasta el 18 de febrero (ganaron al Lobelle por 6-5). En esa racha, que acabó con la destitución del entrenador, Juanlu (el equipo se había mostrado muy irregular, en los puestos de peligro, y las derrotas se sucedían) sumaron tres puntos, pero terminó con el regreso a los banquillos de Manolo Vázquez.
Un año después, con Julián Naranjo en el banquillo, entre marzo y abril, el Azkar vivió un mes de pasión, con cuatro partidos sin ganar (perdieron con Carnicer, Martorell y Benicarló), un sólo punto y la eliminación en la Copa de España celebrada en Lugo por parte del mismo Carnicer. Pablo Prieto volvería al club tras la dimisión de Naranjo.
Con Bruno en el banco, el curso pasado habían estado cuatro partidos sin ganar (de enero a febrero), pero se sacaron cuatro empates. El Azkar mantiene posibilidades de jugar la Copa, cuenta con un partido menos, y debe recuperar jugadores.