El fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido, escapó de la vorágine de Madrid para descansar unas horas en su Galicia natal participando en las terceras Xornadas Xurídicas de Sarria. Después de eludir cualquier polémica sobre la situación política nacional ante los medios de comunicación, fue el encargado de presentar las jornadas que este año se centran en la responsabilidad civil.
Conde Pumpido comenzó su alocución elogiando el excelente nivel de los juristas gallegos a lo largo de la historia y alabó especialmente a su amigo y tutor en el juzgado de A Estrada cuando el comenzó su carrera como jurista, el sarriano Román García Varela, en la actualidad magistrado del supremo y alma máter de las jornadas.
En clave local, Conde Pumpido también evocó su relación con Sarria cuando algún verano pasaba unos días en la localidad con su abuelo, amigo de un ex secretario que ejerció su labor profesional en la villa.
El papel cada vez más relevante de Galicia en diversos ámbitos también fue reclamado por Conde Pumpido. «A algunos todavía les sigue pareciendo que está demasiado lejos, cuando la realidad es que los que están alejados son ellos». También destacó el carácter universal de Sarria como parte primordial del camino de Santiago y por ello la consideró como la sede ideal para organizar unas jornadas tan relevantes en las que participa lo más granado de la judicatura nacional.
Aunque su papel se reducía a presentar las jornadas, Conde Pumpido consideró adecuado referirse al tema que tratan, la responsabilidad civil, que consideró de «enorme trascendencia en la sociedad actual».
En el acto de apertura también intervinieron el presidente de la Diputación, José Ramón Gómez Besteiro, el alcalde de Sarria, Claudio Garrido, y el presidente de la Escuela Gallega de Administraciones Públicas, Pablo Figueroa. Los tres coincidieron en destacar la importancia de las jornadas, al mismo tiempo que se mostraron satisfechos por estar garantizada la continuidad de las mismas.
El acto se celebró en la Casa da Cultura y la organización tuvo que habilitar otra sala al completarse totalmente el aforo.