Propietarios de empresas lácteas rusas quieren optimizar la producción del queso típico de su país recurriendo a técnicas desarrolladas en Lugo
13 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.En países de la ex Unión Soviética como Bielorrusia, Kazajistán, Ucrania o la propia Rusia existe una importante cabaña ganadera y la producción de leche también es bastante elevada; sin embargo, sus grandes industrias lácteas están escasamente mecanizadas y la aplicación de tecnología es más bien escasa, por no decir nula.
Para paliar esta deficiencia, empresarios rusos y propietarios de firmas lácteas de ese país han vuelto la mirada hacia Lugo, concretamente hacia las técnicas que se desarrollan en el Aula de Productos Lácteos y que servirían para modernizar sus fábricas y dejar atrás sus tecnologías tradicionales. El fin último sería mejorar la producción del queso tradicional ruso: el tvorog.
La encargada de llevar la tecnología lucense a las industrias lácteas de los países de la ex Unión Soviética será la empresa española Perinox, una firma radicada en Albacete y con implantación en el mercado ruso, que se dedica a la alta tecnología para la industria láctea. Fue precisamente esta empresa, junto con la murciana Efabind y la barcelonesa Indima, la que promovió la visita de una treintena de empresarios rusos el pasado lunes a las instalaciones del Aula de Productos Lácteos en Lugo.
Tecnología novedosa
La innovadora tecnología que quieren importar las industrias lácteas rusas fue desarrollada por el Aula de Productos Lácteos y está siendo aplicada por Innolact, una firma con sede en el polígono industrial de Castro de Ribeiras de Lea, salida precisamente del Aula Láctea, y especializada en la fabricación de quesos de untar.
Innolact emplea la filtración selectiva, una avanzada tecnología de fabricación que permite concentrar en el queso los componentes de la leche que poseen un valor nutricional más elevado. Esta técnica permite obtener rendimientos de fabricación muy superiores a los que ofrecen otras tecnologías, que, debido a la forma de fabricar el queso, pierden esas valiosas propiedades nutricionales.
Se estima que por cada quilo de queso se producen nueve kilos de suero láctico. Este representa alrededor del 85 o el 90 por ciento del volumen de la leche y contiene aproximadamente el 55% de sus nutrientes. La ultrafiltración permite la concentración de proteínas del suero y la separación de minerales y lactosa. Una planta estándar de ultrafiltración produce concentrado de proteínas de suero con un contenido en proteínas del 34 al 85%.