Los socialistas despliegan todos los medios a su alcance para explicar su versión del origen de la crisis, la necesidad de las medidas adoptadas y preparar el terreno para las que ya se anuncian.
El ex ministro de Trabajo Jesús Caldera (PSOE) dijo ayer en Lugo que no considera necesaria una remodelación del Gobierno y que no cree que el presidente Zapatero piense en una medida así. Caldera estuvo en la capital lucense para pronunciar una conferencia, como vicepresidente ejecutivo de la Fundación Ideas, en la que habló sobre las causas y las medidas para combatir la crisis.
Caldera habló en el instituto Lucus Augusti de Ideas para una nueva economía en España . Antes, en la sede del PSOE lucense, expuso a los periodistas las grandes líneas de su intervención y respondió a las preguntas. Una de ellas fue por qué la fundación no expuso sus ideas cuando la crisis, según el Gobierno, no era tal, sino sólo unas dificultades. Caldera indicó que la fundación empezó a funcionar hace 16 meses y que desde entonces ha elaborado cuatro informes. Por este orden: sobre la crisis de la alimentación; desarrollo económico basado en las energías renovables; modelo productivo y regulación de los mercados financieros internacionales. El Gobierno -dijo- propone ahora algunas de las medidas recogidas en dichos informes.
En cuanto a la prevista reforma laboral, Caldera indicó que aún hay tiempo para un acuerdo sobre la reforma laboral. Destacó que en España el diálogo social ha sido muy importante, pero, en la actualidad, se viven situaciones excepcionales. Si el Gobierno se ve obligado a tomar la decisión, «lo hará con sensibilidad para buscar la reforma más eficaz y que menos dañe los intereses de las partes». Entre los elementos fundamentales de la reforma debe estar, según el ex ministro de Trabajo, una mayor flexibilidad en la negociación colectiva, la alineación de los salarios con la productividad y la eliminación de la temporalidad injustificada. «Yo he propuesto el sistema austríaco», manifestó.
Origen
Caldera se mostró convencido que la crisis económica tiene su origen en una crisis de valores, es -indicó- el fallo de un modelo que se ha venido abajo. «No hemos creado esta crisis, pero tenemos que hacernos cargo de ella», manifestó. No dejó de destacar que los mismos que provocaron el problema, pidieron ayuda a los estados y, cuando la recibieron, exigieron a quienes se lo habían cedido que corrigieran el déficit generado precisamente para ayudarles. Expresó su apoyo al Gobierno en las medidas adoptadas para recortar el gasto público y destacó «el coraje que ha tenido el presidente del Gobierno, que lo ha hecho con sentido solidario y progresista». Aludió también a que no está paralizada la tramitación de la ley de economía sostenible.