El Emevé Laboratorios Nupel consiguió el pasado sábado su primera victoria en la Superliga Femenina 2. Un triunfo trabajado, después de levantar un 0-2 en contra. El equipo hizo valer sus señas de identidad, «de no dar un balón por perdido», como dice su entrenador, Diego Taboada. Y en ese estilo un valor supera a los demás: la decidida apuesta por la gente de casa. Así, en el último partido, como en el primero, tuvieron protagonismo jugadoras cadetes. Algo que va a suceder hasta el final de temporada.
Ante el Viladecans fueron Lúa Bovio y Marina Pérez, pero todas tendrán las mismas opciones, asegura el técnico: «La Federación nos permite convocar a dos para cada partido, y vamos a aprovecharlo». Y a las jóvenes promesas no les resulta extraño entrar en el primer equipo. Al margen de ser una gran familia, entrenan con las mayores desde la pretemporada. «Están muy acostumbradas, y compenetradas. Además, son muy competitivas», señala Taboada.
Política fundamental
Destaca el técnico que le parece «fundamental» la política del club. «En esta categoría se pueden tener tres extranjeras por equipo, más luego las comunitarias. Y es muy difícil competir contra ellas, pero nosotros no queremos comprometer el futuro del club, sino trabajar para él. Por eso nuestro objetivo es sacar a gente», resalta.