Chete Pazo define como competitiva la plantilla celeste pero estima que «necesita tiempo»

M.?P. LUGO/LA VOZ.

LUGO

10 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Los últimos años al frente de la parcela deportiva del Breogán, y hoy en un puesto similar, pero en el rival de Compostela, el Obradoiro. Chete Pazo conoce bien el ambiente baloncestístico que se respira en Lugo, y también cómo funciona el Breogán, aunque ahora lo contemple desde la distancia. Desde los poco más de 100 kilómetros que separan la ciudad amurallada de Santiago, ve a los celestes como «una plantilla competitiva que necesita tiempo par terminar de conjuntarse».

«Es difícil encajar a tantos jugadores nuevos, y más cuando en pretemporada tienes problemas de lesiones», dice Pazo. Él cree que la medida real del juego del Breogán podría verse en un plazo de una o dos semanas, «cuando Betinho esté al máximo y Arteaga comience a mostrar el nivel que le dio el MVP nacional el año pasado».

Decisiones meditadas

Es consciente de que los resultados son el principal condicionante para el conjunto lucense, con su entrenador, Rubén Domínguez, cuestionado. Pazo cree que no se deben tomar decisiones precipitadas, sino «meditarlas mucho». Eso sí, admite: «No me gustaría estar en el pellejo de quien tenga que tomarlas».

A dos días vista del derbi, Pazo aún medita si bajar al Pazo Universitario. «Lo cierto es que este año, como costumbre, no voy a los partidos de fuera. Este es diferente, aún no he decidido qué haré», reconoce.

El del viernes puede ser considerado el partido del morbo. Con los santiagueses líderes; Moncho Fernández, siempre pitado en el Pazo, dirigiéndolos; Raúl López, ex presidente celeste, hoy del Obradoiro; Corbacho, Chete también en el otro bando... «Yo lo veo como un derbi muy atractivo, como una fiesta para el baloncesto gallego. Por nuestra parte, lo afrontaremos con todo el respeto», dice.