Asustados

Pablo Núñez

LUGO

02 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

No creo que cuando Stéphane Hessel publicó ?Indignaos?, del que tanto se ha hablado y que tantas sensaciones positivas ha provocado en nuestras calles, esperase una reacción tan profunda, y sobre todo tan numerosa. Tampoco que a sus indignados se sumasen en un breve espacio de tiempo los ?asustados?.

Me referiré a lo más cercano, a lo que estos días siembra minutos y palabras de rabiosa actualidad en los medios. Asusta la denuncia de la Concelleira de Asuntos Sociales de Lugo acerca de la congelación por parte de la Xunta de Galicia en materia de dependencia. Asusta que no sólo se congelen subvenciones, sino que no se admitan a trámite nuevas altas de quien ha pasado en los últimos meses a una posible situación de dependencia.

Imagínese que usted o yo, por desgracia, sufrimos un accidente o una enfermedad que nos deje postrados en una cama o condenados a una silla de ruedas, o con la imperiosa necesidad de que se nos preste asistencia en lo más básico porque nosotros no podemos hacerlo solos. ¿Tenemos o no derecho a que se nos ayude? ¿O el derecho es menor ya que nuestra necesidad surge en un momento de carestía económica? Es para asustarse, no se trata de dinero, se trata de derechos.

Pero también asusta que se echen pelotas fuera con lo de casi siempre, que si el Estado, que lo hagan los ayuntamientos? Oigan, que las competencias en materia de servicios sociales están transferidas a la Comunidad, ¿las devolvemos?

O nos ponemos en la piel de los manchegos, porque asusta, ¿o no?