Balance festivo

Pablo Núñez

LUGO

15 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Con tiempo veraniego en pleno octubre y un gran programa, el terreno estaba bien abonado para unas fiestas magníficas, y así lo han sido.

Las he disfrutado. Desde el mismo pregón hasta Vetusta Morla, desde la animación callejera a una de mis debilidades: Berrogüetto. Admirado una vez más, y van mil, con la fuerza de Luz, y contento con el poderosísimo directo de Lucía, que aleja la etiqueta de animal televisivo y se gana un diez en la distancia corta. Bravo por ese Incio, terra brava.

Y por supuesto, con niños pequeños en casa, atracciones y, como ellos lo siguen llamando, el San Froilanciño, humor y teatro a raudales, y no solo para exigencias infantiles, sino para rendir a sus papás y abuelos en la carpa de San Marcos. Un cambio acertado, que acerca de nuevo a los lucenses a una de esas casas de todos, la Diputación Provincial.

Ya saben, para gustos? Yo me llevo en el recuerdo la excelencia de los chicos y chicas del Conservatorio Profesional de Danza, que un año más han maravillado, arrancando mares de aplausos. En meses convulsos para la educación, por la persecución y la tijera a la que es sometida, parto una lanza más por todos ellos. Quizás solo pueda dejar a mis hijos su educación y su cultura, y para ello necesito el buen hacer de los profes.

Lástima por esas dos hojas en blanco en el programa, pero tendrían que ser cuatro por la séptima negativa del presidente de los gallegos a recibir al presidente de los lucenses, ambos elegidos democráticamente. Entonces: ¿cuál es la causa?