José Manuel García Adán, el cabecilla de la operación Carioca, compareció ayer ante la titular del Juzgado de Instrucción número 3, Estela San José. Acudió a una prueba preconstituida con asistencia de varios abogados, algunos llegados expresamente desde Madrid. Con esta prueba la jueza quería asegurar la declaración de la ex mujer de García Adán, en unas diligencias por supuestos malos tratos que tramita el Juzgado número 3, que tiene asignados los casos de violencia doméstica.
Las diligencias abiertas por el Juzgado de Instrucción número tres son independientes del caso Carioca, que tramita el número 1, en las que también está involucrada la ex mujer de García Adán, con la que el proxeneta tiene una hija.
La prueba preconstituida iba a celebrarse por la mañana, pero fue retrasada hasta la tarde. José Manuel García Adán fue traslado expresamente desde prisión para que compareciera.
La ex esposa de García Adán figura citada en las diligencia de la operación Carioca en múltiples ocasiones, mediante varios testimonios. Algunas de las mujeres del Queens, uno de los locales que regentaba Adán, declararon que habían observado señales inequívocas de violencia en el cuerpo de la ex del dueño del club, como golpes y magulladuras.
Testimonios que figuran en la operación Carioca también aluden a que la mujer, cuya declaración quedó garantizada ayer a través de la prueba preconstituida, permanecía días enteros encerrada en una habitación, a la que solamente tenía acceso su esposo.
En algunas declaraciones se recoge que José Manuel García Adán llevaba a su hija, que por entonces era muy pequeña, al club de alterne, donde se movía entre los clientes y las chicas sin ningún tipo de control por parte de su padre. También se dice que la pequeña repetía comentarios que habitualmente hacía su progenitor a las chicas como «venga, venga a trabajar, putas»,