Dos directivos de Ingemarga y un trabajador se sientan hoy en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número uno. Fueron imputados por la muerte de un trabajador, atrapado por una grúa de 30 toneladas de peso. Los primeros están acusados de un delito contra los derechos de los trabajadores, en concurso con un delito de homicidio imprudente. Al tercero le imputan una falta. El fiscal demanda una condena de tres años de cárcel para los directivos. En concepto de indemnización reclama 110.155 euros.
Los hechos ocurrieron el 4 de diciembre del año 2006. La víctima fue un trabajador de 22 años, que limpiaba una zona en el patio de bloques, donde había una grúa de 30 toneladas de peso, que se desplazaba por dos raíles. Estos no contaban con ninguna barrera separadora del resto de la zona de trabajo ni había señal acústica que avisara del avance de los bloques ni mecanismos que bloqueasen la grúa en caso de obstáculos en la vía.
Según el fiscal, la grúa atrapó al operario y lo arrastró un tramo de 43 metros. Las graves heridas que recibió supusieron su fallecimiento minutos después.
En su escrito de calificación el fiscal recoge que la situación de riesgo para los trabajadores en esta zona ya la había puesto de manifiesto la Inspección de Trabajo en varios informes. Las medidas preventivas en Ingemarga, pese a las advertencias, no las pusieron en marcha hasta después de la muerte del trabajador..