
La patronal pide un enlace al parque empresarial, aunque no logra avances
05 mar 2013 . Actualizado a las 06:58 h.«Nono temos acceso digno dun polígono coma o noso». Pocas dudas puede albergar una expresión de ese tipo sobre la convicción de quien la dice. Y quien la dice es el presidente de la asociación de empresarios de Vilalba, Jesús Sardiña, que lleva años pidiendo un acceso directo de la autovía del Cantábrico (A-8) al polígono, aunque sin haber logrado hasta ahora ningún avance concreto en su reclamación.
Al anterior Gobierno y al actual se han dirigido las reclamaciones de la asociación, cuya directiva admite que el paso del tiempo equivale a ir rebajando poco a poco sus aspiraciones, aunque sin renunciar del todo. ¿Está difícil en estos momentos conseguir el acceso? «Difícil non, imposible», manifestó ayer Sardiña, que de todos modos, pese a esas palabras, no da por aparcada esa reivindicación.
La patronal solo renunciará a ese acceso cuando se le demuestre que resulta técnicamente imposible, dijo Sardiña. Mientras tanto, insiste -una reclamación que además fue apoyada por una declaración acordada en un pleno de la corporación- en que el parque empresarial necesita ese acceso.
La cercanía de dos accesos, situados respectivamente en Goiriz y en Grandisca, no termina de satisfacer a la asociación de empresarios. El primero, porque está considerado incómodo y peligroso por la forma en que confluye con la N-634. El segundo, punto de confluencia de la transcantábrica con la autovía Ferrol-Vilalba (AG-64), suscita, eso sí, menos reparos y parece el más usado por el tráfico que se dirige al polígono. De todos modos, solo un acceso directo al recinto empresarial será entendido como la solución esperada.
Sin opiniones técnicas
Mientras la reclamación suma años de espera sin lograr que se plasme en compromiso alguno, la patronal no ha entrado ni entra en sugerir ninguna cuestión técnica sobre su trazado u otros detalles. Sardiña opina que esos son asuntos estrictamente técnicos y que correspondería al Ministerio de Fomento aportar esos detalles.
La situación actual incomoda. «Non estamos nada contentos», manifestó ayer Sardiña, que si por un lado reconoce su malestar, por otro aún deja abierta una pequeña puerta a la esperanza. ¿Hasta cuándo?