García Adán volvió a verse con la jueza De Lara, pero no quiso declarar

lugo / la voz

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

Está acusado de los delitos de alzamiento de bienes y blanqueo

07 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El principal cabecilla de la operación Carioca, José Manuel García Adán, volvió a los juzgados. Esta vez fue porque la jueza De Lara lo citó para declarar como imputado por los presuntos delitos de alzamiento de bienes y blanqueo de capitales, en unas diligencias abiertas a mayores de la macro operación de los burdeles.

El paso de Adán por el Juzgado de Instrucción número 1 fue muy breve. No quiso contarle nada a la jueza. Al parecer, manifestó que todo lo que tenía que decir ya lo había dicho.

El abogado del acusado, el madrileño Manuel Ortega Caballero, explicó ayer que presentará una solicitud da archivo de dichas diligencias.

La investigación a la que está sometido García Adán afecta también a su pareja sentimental. Los investigadores consideran que el que fuera responsable del Queens, para burlar un embargo decretado en las diligencias de la Carioca, apoderó a su compañera sentimental para que se adjudicase la propiedad de un piso sito en la calle Mar Cantábrico de Lugo.

La supuesta intención de Adán fue la de ocultar patrimonio obtenido de sus actividades presuntamente delictivas, derivadas principalmente de la prostitución y eludir el cumplimiento de responsabilidades penales y civiles derivadas de las mismas. Según Aduanas, para lograr su objetivo tramó una serie de maniobras sospechosas para que el inmueble fuese adjudicado a su pareja y de esta forma las medidas cautelares decretadas por Pilar de Lara sobre su patrimonio no pudieran ser ejecutadas.

De acuerdo con la investigación, la compañera sentimental del imputado, bajo la condición de testaferro, fue designada como mejor postor en el procedimiento de adjudicación hipotecaria del citado inmueble. La mujer realizó ingresos bancarios en efectivo cuyo origen «no está debidamente justificado». La novia fue el mejor postor del piso al ofrecer 78.400 euros. El siguiente paso fue solicitar una prórroga para encontrar crédito y pagar la deuda hipotecaria en el juzgado.

El primer ingreso que efectúan es de 40.000 euros. Según Aduana, para justificar los pagos, Adán y su novia organizan un «sospechoso préstamo entre particulares por un importe total de 28.440 euros que se formaliza ante notario. Nada menos que trece personas prestan cantidades inferiores a 3.000 euros. Todos los prestamistas son del círculo de amigos de la pareja». Pero resulta que solo hay dos personas que pueden acreditar el préstamo mediante transferencia bancaria.