Portomarín protege su corazón

Xosé Ramón Penoucos Blanco
x. r. penoucos SARRIA / LA VOZ

LUGO

cedida

El Concello coloca bolardos para evitar el acceso al centro en verano

03 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El centro de Portomarín es de las imágenes que más recuerdan los peregrinos de su paso por el Camino por la elevada cantidad de edificios emblemáticos: Casa Consistorial, iglesia de San Juan o Pazo del General Paredes, todo ello reunido en poco espacio y junto a una impresionante zona porticada.

Esta imagen quedaba afeada por la presencia de numerosos vehículos aparcados tanto delante de estos monumentos como en lugares que los hosteleros podían utilizar para colocar terrazas y dar así un mejor servicio a los visitantes.

El nuevo equipo de gobierno ya decidió poco después de asumir el bando prohibir de manera tajante el aparcamiento de vehículos en la plaza, medida que generó alguna controversia inicialmente y que ahora es aceptada de manera unánime, y su siguiente paso será el de colocar bolardos para poder seleccionar el acceso de vehículos a la denominada zona porticada del casco urbano.

Los trabajos de colocación de estos bolardos, que se elevarán alrededor de unos cincuenta centímetros para evitar el paso de coches al centro, comenzaron ayer, y posiblemente estarán en disposición de ser utilizados con motivo de las Festas do Cristo que se celebrarán este fin de semana.

El plan inicial de los responsables municipales es el de que los bolardos estén operativos durante la temporada estival, concretamente desde el San Xoán hasta que que finalicen las fiestas patronales de septiembre, y también coincidiendo con alguna celebración que tenga lugar en la localidad.

Los dispositivos están preparados para que no permitan la entrada de ningún vehículo, aunque sí permiten salir para evitar que algunos que entren ocasionalmente antes de que funcionen pueda abandonar el pueblo.

Los residentes en el centro, según explicó el alcalde en una carta que les envió recientemente, pueden estar tranquilos, ya que recibirán gratis un mando, encargaron un centenar, programado para accionar el mecanismo de los bolardos. Los servicios de emergencia dispondrán de una clave para accionar manualmente estos dispositivos en caso de necesidad.

«Esta medida no solo beneficiará a los negocios, también a los niños y personas mayores que podrán caminar y jugar en las calles delimitadas sin temor a un posible atropello», explicó el alcalde, Juan Serrano.

Motor económico

El regidor considera que la implantación de esta normativa es un paso más para reafirmar el papel de relevancia de Portomarín en el Camiño Francés. «El Camino pasó de ser un paso anecdótico de peregrinos a convertirse en un motor económico del pueblo, por lo que tenemos que ir un paso más allá y ofrecer a los que nos visitan un valor turístico y paisajístico añadido. Acotar el acceso de vehículos creo que lo consigue», expresó Juan Serrano, quien mostró su apuesta por mantener el papel de la localidad como referente en la ruta jacobea, así como en el plano vacacional.

prohiben el tráfico rodado en la zona porticada