
Aunque en días pasados trascendía que Galicia era la única comunidad donde se venden más pisos nuevos que usados y que, según el INE, en noviembre se cerraron en la comunidad 1.015 compraventas, un 13,2 % más que en el mismo período del año anterior, en las inmobiliarias mariñanas no perciben todavía ese repunte. En dos de las consultadas, sus trabajadores han coincidido en la misma observación: «O pouco que se vende véndeno os bancos». En la de Foz destacan la importante quita que aplican las entidades bancarias, que puede alcanzar hasta el 50 %. Entre las ofertas recientes de la inmobiliaria Solvia, del Banco Sabadell, encontramos en esta villa mariñana pisos de 83 metros cuadrados desde 45.700 euros. O un chalé adosado en Barreiros, de 263 metros, por 160.000 euros. Reenfocar la vivienda vacacional a residencia habitual también presenta ahora ciertos problemas. «Hai moita oferta de pisos para vender, pero ao mellor non son os pisos que está buscando a xente da Mariña, que os necesita para vivir todo o ano, con outro tipo de características», reconocen en un negocio inmobiliario de Viveiro, donde también constatan una notable caída de los precios. «En Foz seguro que hai moita xente que vendía agora pisos de boa gaña, pero tería que estar disposta a perder moitos cartos», confiesan en otro establecimiento. En algunos casos, el precio ha llegado a caer hasta la mitad de lo que se pedía en el 2003, en pleno auge de la construcción. A pesar de las jugosas ofertas, en pocas ocasiones se ha vivido el furor que logró el Santander en junio del 2012 ofreciendo 76 pisos de la urbanización Lúa de Barreiros desde 19.900 euros. Los promotores de aquella iniciativa revelaban entonces haber recibido en cuestión de días entre 1.000 y 2.000 peticiones de potenciales compradores de diferentes puntos de España.