El edificio de Ramón Ferreiro, número 18, está vacío desde la primavera del año 2014, en que la directiva que presidía Luis Abelleira, decidió poner a la venta el edificio y trasladar la actividad para el Forcam, en Augas Férreas. El personal, para evitar el deterioro del bien, de cuya venta cobrarán salarios e indemnizaciones, se preocuparon de ir colocando cubos para recoger el agua de algunas goteras. También controlan que el inmueble permanezca cerrado para evitar que los indigentes, que duermen en algunos recovecos del exterior, puedan acceder dentro y acampar.
En la Cámara de Comercio todavía quedan tres empleadas, a la espera de que un juzgado dictamine la extinción de sus contratos. Ya presentaron la demanda solicitándola y la conciliación será el próximo 28 de este mes.
El personal que todavía no se ha marchado, coincidirá con los nuevos miembros del pleno de la entidad, que tomarán posesión al día siguiente de la conciliación en el SMAC.