2016?• Estados Unidos.• Clint Eastwood • Tom Hanks, Aaron Eckhart• Desde que Clint Eastwood abandonó la interpretación al mismo tiempo que la dirección en su glorioso epílogo «Gran Torino» su carrera como director ha ido dando tumbos sin conseguir en ningún momento una película tan redonda como la citada o obras maestras como «Sin perdón» o «Million dollar baby».
Ahora llega a las pantallas con «Sully», una historia que tiene muchas referencias con su anterior film, «El francotirador»: un personaje real que por sus hechos acaba siendo un héroe nacional, el espíritu de colaboración de una gran nación, el valor de la profesionalidad y la soledad del americano medio y blanco ante el poder político. Es la visión que Eastwood tiene en estos momentos de su país, que sigue hacia adelante gracias a personajes como el que interpreta Tom Hanks. Una visión tan respetable como puede ser la de fijarse en los graves problemas sociales y raciales que vive esa misma gran nación que ensalza Eastwood.
Eso sí, a estas alturas lo que no se le puede negar a este director es su capacidad para saber narrar una historia como nadie. Uno cuando ve «Sully» es imposible que no se acuerde de la manera de rodar de John Ford, Howard Hawks o Frank Capra. Técnicamente impecable, intachable en su manera de dosificar la información o en la forma de acercarse con respeto a los personajes. Pero ese examen ya sabemos que gente como Eastwood hace años que lo aprobó. Por eso, «Sully» acaba siendo un panfleto bien dirigido.
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