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Los grandes matorrales que crecen en fincas para edificar bloquean ya gran parte de alguna acera y de escaleras
04 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La urbanización de San Fiz (suelo Sur-K) carece de edificios, salvo de algunos de carácter oficial. En todo este ámbito urbano, el suelo público está debidamente atendido en estos momentos: la limpieza y mantenimiento de infraestructuras es correcta, salvo pequeños aspectos fácilmente mejorables. Pero la situación es distinta, muy distinta en algunos casos, en los terrenos privados, aquellos en los que cabe esperar que un día se levantarán edificios. La maleza es tan abundante en algunos de ellos que en algunos puntos prácticamente cubre la acera.
En lo que se refiere al ámbito público, uno de los aspectos más llamativos es la abundante maleza que crece en el campo de fútbol, de arena, de esta urbanización. Situado prácticamente frente al edificio del Cetal, es evidente que este terreno podría ser dedicado a otro uso sin menoscabo de la práctica deportiva en la capital lucense. Lo mismo ocurre en el contiguo campo de rugbi, aunque la maleza es menos abundante. En el entorno, la hierba y los matorrales son tan altos que pronto cubrirán el cartel que avisa de que se trata de una zona deportiva, dependiente de la Concellería de Deportes, en la que está prohibido entrar con perros y sobre bicis y motos. La caseta del banquillo, una horrorosa construcción en chapa metálica, está también rodeada de maleza, si bien en este caso será una suerte para el paisaje que no tarde en cubrirla.
Procedentes del suelo privado, los tojos, las xestas y arbustos de distinto tipo tapan ya algunos tramos de escalera, allí donde se utilizó este recurso para salvar desniveles del terreno. Resulta muy llamativo ver cómo en alguna de estas escaleras la mitad que da a suelo público y debidamente ajardinado está totalmente despejada, mientras que la otra mitad, lindante con suelo privado, está tomada por la maleza. Hay algún punto, cerca ya de Montirón, donde la acera está invadida por los arbustos. En algunos espacios privados, más que maleza, hay verdaderos tojales, de esos que, por su grosor, algunas décadas atrás solo se utilizaban como combustible.
Pintadas
El equipamiento de la urbanización se encuentra, en general, en buen estado de conservación. Ayer, había una papelera arrancada de su soporte, pero pegada a él. Las pintadas también forman parte del paisaje en San Fiz, especialmente en la larga barandilla que protege la acera en la parte más próxima al núcleo tradicional. También las hay en algunos elementos del mobiliario urbano.
Por último, cabe indicar que las zonas para juegos infantiles empiezan a mostrar síntomas de deterioro, pero más por efecto de la lluvia y del sol que por el desgaste por uso, que prácticamente no tienen.