
Quince días después de la oleada de incendios, los vecinos intentan hacer vida normal
30 oct 2017 . Actualizado a las 22:50 h.Quince días después de la oleada de incendios que azotó a la montaña lucense, los vecinos de las parroquias más afectadas de Cervantes intentan volver a la normalidad. «Non nos queda outra. Ou tirar para diante e intentar facer vida normal ou morrer de pena», manifestó un residente en Vilanova do Pedregal.
Conscientes de que para reparar los daños materiales tendrán que pasar años, los vecinos van asimilando lo ocurrido y arreglando los destrozos que las llamas ocasionaron en sus viviendas. «Os meus netos verán os montes verdes que tiñamos aquí, pero o meu home e eu, xamais», relató Amelia, una vecina de Cela. «Imos tirando pouco a pouco. Meu irmán e eu aínda reparamos esta semana as traídas da auga que arderon por causa das lapas», indicó Manuel. «Quedounos o pozo baleiro e esta semana enviaranme unha carroceta para enchelo de auga e recuperar a normalidade», manifestó una vecina de Noceda que, junto a una treintena de vecinos, fue desalojada de su casa hace hoy quince días.
Fue precisamente el desalojo lo que peor llevaron los paisanos de Cervantes. Tanto es así que muchos preferían morir a tener que dejar su casa. Los agentes de la Sección de Intervención Rápida de la Guardia Civil fueron los encargados de comunicar esta dura noticia, aunque en algunas ocasiones fueron los propios vecinos, ordenados por la Benemérita, los que transmitían la orden.
La solidaridad sigue llegando a las zonas más afectadas con forma de rulo de hierba seca
Varias asociaciones de productores, entre ellas Agromuralla, continuaron este fin de semana con su labor solidaria con los vecinos de Cervantes. Entregaron hierba seca, silo y pacas para que los ganaderos que se quedaron sin nada puedan atender a las necesidades inmediatas del ganado.
A pesar de que el precio del forraje se incrementó con motivo de la escasez de alimento para los animales, no cesa la solidaridad en las zonas más afectadas. Agromuralla también abrió una cuenta para poder colaborar con otras necesidades, como el cierre de fincas, que es otro problema añadido. El regidor de Cervantes, Benigno Gómez, manifestó que tenía que consultar si para reponerlos era necesario solicitar nuevas licencias.